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OURENSE 84
DRAC INCA 94

OURENSE (18+27+14+25): Joshua Shoemaker (4), Ricky Wright (28), Juanjo Bernabé (11), Sony Vázquez (6), Albert Berenguer (0), -cinco inicial-, Stazic (22), Vila (3), Sanguino (7) y Conde (3).

27 de 39 en tiros de dos puntos, 6 de 25 en triples y 12 de 17 en tiros libres. 32 rebotes (19 defensivos y 13 ofensivos) y 27 faltas personales.

DRAC INCA (24+23+23+24): Alberto Alzamora (17), Sergio Rodríguez (21), Javier Bulfoni (27), Stevie Johnson (20), Matías Ibarra (6) -cinco inicial-, Nkechi Ezugwu (3), Antonio Bustamante (0), Pibe Giménez (0) y Jesse Young (0).

24 de 35 en tiros de dos puntos, 10 de 25 en triples y 16 de 28 en tiros libres. 29 rebotes (19 defensivos y 10 ofensivos) y 22 faltas personales.

Àrbitros: Morales (Andalucía) y Sánchez (Euskadi). Eliminaron a Sony Vázquez. Señalaron técnica al banquillo inquense y antideportiva a Sergio Rodríguez.

El Drac Inca echó mano de su mejor repertorio y de la épica para extender en el tiempo una serie por la permanencia que el viernes (21 horas) vivirá su momento cumbre. En el quinto encuentro, no valen errores ni excusas. El perdedor traspasará el umbral de la LEB2 y se precipitará a un pozo del que es difícil poder escapar. La irrupción de Javier Bulfoni (27 puntos, 4 rebotes, 2 asistencias, 2 robos y 3 tapones) decantó la balanza a favor del Inca (84-94) y completó una excelente labor de equipo. Porque Drac Inca fue por encima de todo un bloque. Sergio Rodríguez anotó y su muñeca arde en el «play out»; Alberto Alzamora asume el papel de protagonista y con una excelente defensa sobre Shoemaker tuvo mucho que ver.

Sus números en la serie le convierten en una referencia ineludible. Pero además, Stevie Johnson se sacudió los complejos y secó al americano de turno, resolviendo con solvencia en sus aproximaciones al aro contrario. Con todos estos argumentos y un Ibarra fino en labores defensivas, sin dejar de lado la aportación de Bustamante, se puede redactar la sinopsis de un encuentro vital. Una derrota apeaba al Inca y permitía al Ourense seguir con vida, algo que se le complica al grupo de Àngel Navarro. Tres triples de salida avisaron de las intenciones del Drac Inca, que siempre marcó lapauta y se permitió su primera gran licencia con un 2+1 anotado por Alzamora (9-16). El Ourense fue a remolque. Sony Vázquez estaba fueradel partido y la pizarra inquense sacó de sus casillas de Bernabé, lejos de ser la figura del tercer encuentro.

Alzamora y Johnson se encargaron de mantener las distancias en un electrónico que invitaba a soñar. Sergio Rodríguez volvía a avisar en la primera acción del segundo cuarto. Su triple daba un notable margen de maniobra (20-29) que Stazic se encargó de frustrar. El balcánico anotó catorce puntos en poco más de cinco minutos y permitió a los gallegos hacerse con la iniciativa (39-38). Por entonces, Ezugwu y Young -prácticamente inéditos- dieron aire fresco a un Alzamora inconmensurable. El mallorquín formó una atípica pareja interior con Johnson y ambos rozaron la perfección durante los cuarenta minutos de juego.

El enorme esfuerzo y las diferencias que los gualdinegros marcaban sobre el parqué tenían poco que ver con el marcador al tiempo de descanso (45-47). En el Ourense reinaba la anarquía y el cuadro de Navarro funcionaba a base de impulsos individuales y puntuales. Además de estar más inspirados en la línea de tiros libres, los baleares perdieron la mitad de balones -diez- respecto al viernes y, además, tenían las ideas muy claras. Bloquear a Bernabé y dejar fuera de cobertura a Shoemaker hizo que tan sólo Wright tuviera capacidad de movimiento bajo los tableros. Por entonces, Alzamora y Johnson ya se habían adueñado del poste bajo y no ofrecían fisura alguna en sus acciones.

El tercer cuarto marcó el despegue. Las faltas se acumulaban en el bando orensano, mientras Drac Inca iba agrandando la renta casi sin hacerse notar. Así, Bulfoni y Rodríguez pusieron el 51-63, que fue a más hasta una máxima diferencia de 53-70. La cuarta falta de Ibarra trastocó los planes y fue el único momento en el que peligró el triunfo. Pero el margen era amplio y el Ourense echaba mano del banquillo para evitar lo irremediable. Conde, Vila y Sanguino poco podían hacer ya inmersos en la recta final. Steven Johnson y Alberto Alzamora se adornaron y la quinta falta de Sony Vázquez hizo el resto. A Wright se le fue acabando el combustible y el Ourense bajó los brazos en el último minuto de un partido que sólo podía tener un ganador: Drac Inca. Pero ahora hay que rematar la faena en casa y hacer valer las virtudes exhibidas en el Pazo Paco Paz.