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Es un partido liviano, con poco que echarse a la boca. Acaso ver si el Mallorca es capaz de cerrar el torneo doméstico con cinco triunfos consecutivos. Con la permanencia en el bolsillo y pendientes de la renovación de Luis Aragonés, el equipo isleño visita a un Celta que sí que tiene urgencias, porque le va la vida en el partido. Será una cita extraña, porque mientras el Mallorca juega sin motivación, los de Carnero no tienen margen para el error si quieren prolongar su estancia en Primera (Balaídos, 21.00 horas, PPV). Le ha sucedido al Celta algo parecido a lo que le ocurrió al Mallorca hace un par de temporadas. Se estrenó en la Liga de Campeones en un año histórico, pero lo acabó pagando con un mal concurso en la Liga. Los rojillos se acabaron salvando en la última jornada, después de ganar al Valladolid, pero ahora el escenario es bien distinto para los gallegos. Sobre todo, porque dependen de lo que el Espanyol haga ante el Murcia en Montjuïc. No les basta a los celestes con tumbar al Mallorca. Es increíble pensar que un equipo que tiene en nómina a futbolistas de la talla de Milosevic, Vagner, Mostovoi, Cavallero o Juanfran se pueda ir a Segunda, pero algo similar le sucedió al Atlético de Madrid.

En esas, llega el conjunto isleño en el peor momento posible. Va a ser un invitado desagradable, porque además Luis Fernández se ha encargado desde el pasado domingo de que el Mallorca esté bajo sospecha. Todo lo que haga el equipo de Luis Aragonés será escrutado desde Barcelona, pero también en Vigo. Los baleares llegan al encuentro sin Samuel Etoo, que tuvo que ser internado en un centro clínico a causa de una grave amigdalitis. Tampoco actuarán Leo Franco, que está sancionado, ni Delibasic, que se encuentra con la selección sub 21 de Serbia y Montenegro para disputar el campeonato de Europa. Además, Fernando Niño sigue siendo baja por lesión. Así, Luis se verá obligado a tirar del banquillo para confeccionar un once de garantías y se ha tenido que desplazar a tierras gallegas con tan sólo 17 jugadores disponibles.

Está claro que Miki será el portero titular, y en la defensa podrían jugar los mismos que lo hicieron ante el Espanyol la pasada semana. Colsa podría sustituir a Marcos en la zona de creación, mientras en el ataque deberán actuar Jesús Perera y Arnold Bruggink. El ambiente relajado y distendido que reina en el grupo ha chocado con las negociaciones para renovar a Luis Aragonés. Eso ha enrarecido algo el ambiente, a pesar de que sobre el terreno de juego será otra historia. En parte porque jugarán algunos futbolistas que acaban contrato el próximo 30 de junio, y esos jugadores tienen algo que demostrar. Al margen de todo eso, Perera está en estado de gracia en este último trayecto del campeonato y eso es una garantía para el Mallorca. Al otro lado estará un Celta timorato y condicionado por sus números, más bien enclenques esta temporada. Los de Carnero han cambiado dos veces de entrenador -Miguel Angel Lotina inició la campaña y fue sustituído por Radomir Antic, que dimitió- y con ninguno de ellos han conseguido escapar de la zona de peligro. La derrota del pasado sábado en Riazor ante el Deportivo les ha dejado malheridos, porque ahora saben que ni siquiera ganando tienen garantizada la permanencia en la categoría. Para el choque de esta tarde cuentan con seis bajas, las más sonadas las de los dos centrales titulares de su etapa, Sebastián Méndez y Eduardo Berizzo, ambos sancionados, a los que se unen los lesionados Alexander Mostovoi, Everton Giovanella, Vagner Rogerio y sevillano Jesús Mora, «Jesuli». Sergio Fernández y el veterano Fernando Cáceres se perfilan como sustitutos de los centrales sancionados y el resto de la alineación apenas ofrece dudas con el mantenimiento del grupo de jugadores que más minutos has disputado desde la llegada al banquillo de Carnero y Sáez.