La ilusión de Carlos Moyà por volver a ser el número uno del mundo
ha provocado que el tenista mallorquín vuelva a jugar en Wimbledon,
tres años después de su última participación. El jugador balear se
desplazará el próximo domingo a Londres para preparar durante toda
la semana su adaptación a la hierba. Mientras tanto, el concurso de
Rafael Nadal en el Grand Slam británico es todavía una incógnita.
El manacorí viaja hoy a Barcelona para pasar las últimas pruebas y
comprobar si su tobillo izquierdo está en disposición de regresar a
la competición.
La final de la Copa Davis del año pasado en Melbourne
(Australia) no se ganó, pero sirvió para convencer a Carlos Moyà de
que sobre hierba también puede ganar a cualquier rival. Su victoria
ante el especialista local Mark Philippoussis por 6-4, 6-4, 4-6 y
7-6 provocó que el mallorquín volviera a manejar la posibilidad de
volver a Inglaterra y los sucesos de la primera mitad de la
temporada (no jugó por lesión el Open de Australia, pero aún así
está en disposición de luchar por el número uno) han terminado de
convencerle.
Carlos Moyà es consciente que sus números en Wimbledon no son
demasiado buenos (ha jugado seis años y no ha pasado de segunda
ronda) y que necesita un periodo de adaptación para aclimatarse a
la hierba. Tras finalizar su concurso en Roland Garros decidió
tomarse unos días de vacaciones -siempre va a Ibiza por estas
fechas a visitar a uno de sus mejores amigos- y ha configurado un
programa de entrenamientos que comienza el próximo domingo.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.