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Hace 18 años, en el verano de 1986, un joven alto y espigado por el que el Real Mallorca había abonado dos millones de pesetas al Manacor se presentó en las oficinas del estadio Lluís Sitjar con la timidez del recién llegado y dos buenas campañas en Segunda B como tarjeta de presentación. El entrenador del Mallorca Atlético, Rafael Alcaide Crispi, no le recibió con los brazos abiertos. Más bien todo lo contrario. El técnico del equipo nodriza le marginó en el banquillo y le auguró un futuro plagado de espigas. El jugador meditó incluso la posibilidad de regresar a Manacor...hasta que Lorenzo Serra Ferrer le rescató del ostracismo.

A punto de cumplir los 38 años, Nadal se convertirá la próxima temporada en eabuelo de la Liga y en el único jugador de aquella campaña 1986-87 que sigue en activo. Los registros del mallorquín son inalcanzables: ha jugado más partidos que nadie con el Mallorca en la máxima categoría (249), el que más temporadas ha disputado con el equipo isleño en Primera (10 la próxima campaña), figura entre los cinco máximos goleadores rojillos (22), es el futbolista en activo con más partidos en Primera (456) y el único jugador nacido en la isla que ha sido campeón de la Copa de Europa.

El pobler le dio la alternativa en Primera División el 19 de abril de 1987 en un escenario de lujo: el Nou Camp. Aquel adolescente es hoy el futbolista mallorquín más laureado de todos los tiempos, un jugador legendario que ayer anunció su deseo de continuar una temporada más en activo. Se trata, cómo no, de Miquel Angel Nadal Homar (Manacor, 1966). A las diez y veinte de la mañana, rodeado de micrófonos y de cámaras de televisión, Miquel Angel Nadal despejó la incógnita. «Si me preguntáis por mi futuro la respuesta es que...seguiré una temporada. Mi intención es continuar un año más. He hablado con el técnico y sólo me falta dialogar con el club», señaló el central, que se reunirá en los próximos días con Mateo Alemany para perfilar su renovación.