ESPAÑA:Iker Casillas (**); Puyol (*), Marchena (**), Helguera (*), Raúl Bravo (*); Etxeberría (*), Albelda (**), Baraja (*), Vicente (***); Raúl (*) y Morientes (*).
Cambios:Valerón (***) por Morientes, Xabi Alonso (**) por Baraja y Fernando Torres (*)por Raúl.
RUSIA:Ovchinnikov (**); Evseev (*), Smertin (*), Sharonov (*), Sennikov (*); Aldonin (*), Gusev (-), Alenichev (*), Mostovoi (*), Izmailov (*) y Bulykin (*).
Cambios:Sychev (*) por Aldonin, Karyaka (*)por Izmailov y Radimov (*) por Gusev.
Àrbitro:Urs Meier (Suiza). Mostró cartulina amarilla a Gusev, Sharonov, Smertin, Aldonin, Radimov de Rusia, y a Baraja, Marchena, Albelda, de España. Expulsó a Sharonov por doble amonestación en el minuto 88 del encuentro.
Gol:
1-0, minuto 60, Valerón.
Incidencias:30.000 espectadores llenaron el nuevo estadio de El Algarve. Más de la mitad eran españoles. En el palco estuvo la vicepresidenta del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega, el secretario general del PP, Mariano Rajoy, el Secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky y el presidente de la RFEF, Àngel María Villar.
Luis Villarejo|FARO
Juan Carlos Valerón salió de revulsivo, sacó a España del atasco en pocos segundos, nada más pisar el césped, y ayudó a la selección a abrir con éxito su primer partido de la Eurocopa, después de tumbar a una apática Rusia con más desgaste del previsto.
A Iñaki Sáez le da dividendos Valerón en los momentos clave. Le va bien el invento y no se sabe ya si es por superstición para Sáez o porque realmente Valerón define y explota más cuando el rival está cansado, pero lo cierto es que el futbolista del Deportivo es práctico cien por cien. Se habían perdido decenas de balones en el área, hasta que aterrizó por allí Valerón para enviar con calidad y sosiego la pelota al portal ruso. 1-0 y a casa. A Sáez le van a pedir esta semana a Valerón, pero el él quiere ganar la Eurocopa a su manera. Con su ideario, con veinte futbolistas y no con once.
España estrenó una nueva puesta en escena durante el himno. Fue éste un arranque distinto, lleno de sentimiento patriótico. Abrazados, a la italiana, la selección de Sáez lució nueva imagen, dando sensación de equipo ya antes de ponerse el balón en juego. Unidad hubo en la selección española, con un cuarto de hora inicial prometedor, donde España debió resolver el partido. A los dos minutos Raúl mandaba un balón cruzado que se fue algo desviado. España, sin embargo, fue demasiado previsible. El peso y la responsabilidad del encuentro le cayó a Vicente. Anda el valencianista pletórico, con gasolina en este tramo final de la campaña. En el uno contra uno le dobló la cintura a Vadim Evseev en la banda, pero le faltó algo de pausa en algunos momentos para encontrar con solvencia a Morientes y a Raúl en el área. El arquetipo del juego de España fue abrir la pelota a Vicente y a Etxebe. Contando con Baraja en el desplazamiento en largo todo es más fácil y así Vicente a los treinta y cinco minutos puso un balón de gol a Etxeberría que de forma increíble no entró en el marco de un sorprendido Ovchinnikov.
Rusia, de entrada, nunca quiso ganar el partido. Sólo cuando vio a España bajar los brazos por no poder ir por delante en el marcador, tiró de casta con un campeón de Europa como Alenichev al frente. El jugador del Oporto es de lo más potable de Rusia. Pisa el área sin miedo y en sus botas tuvo la única ocasión su selección, que desbarató Iker Casillas con una mano prodigiosa. Es en estas acciones donde se demuestra el talento de un portero. Llevaba 35 minutos frío Iker sin tocar pelota. Y la primera que afronta, la sacó con autoridad. España bajó su nivel de juego antes del descanso. Físicamente descendió el nivel de Albelda y Baraja en la recuperación y eso lo notó la selección que fue demasiado Vicente-dependiente. Morientes no tuvo su día y Raúl tampoco se encontraba a gusto.
De este mérito defensivo ruso tuvo parte de culpa los dos centrales -Smertin y Sharonov-, dos suplentes que por lo exhibido mantienen un nivel superior a los dos lesionados titulares. Idéntico buen papel y destacable fue el de Raúl Bravo, mirado con lupa siempre en las convocatorias, y notable hoy en su costado. Sáez tiene todo muy claro. Su equipo inicial. Y los cambios. Incluso los minutos de los cambios. En el descanso, ya calentaban Valerón, Xabi Alonso y Fernando Torres. Así que estaba claro que iba a aparecer el plan B, la receta alternativa a la que se encomendó España.
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