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Samuel Etoo volvió a Mallorca por unas horas para hacer feliz a sus seguidores más jóvenes. El delantero mallorquinista hizo un breve paréntesis en sus vacaciones y se desplazó a la Isla en la tarde del sábado para acudir ayer en Can Picafort a la inauguración de la primera edición del campus que lleva su nombre. El africano se dio un baño de multitudes entre los más pequeños, les aconsejó y compartió con ellos sus conocimientos y sensaciones. Ejerció de maestro por unos minutos y poco después emprendió nuevamente el rumbo hacia Camerún, el lugar donde apurará su periodo de asueto a la espera de que se vayan despejando las dudas acerca de su futuro.

El primer Campus Samuel Etoo, que patrocina Ultima Hora y que se celebra hasta el próximo sábado en Can Picafort y Santa Margalida, era la excusa perfecta para reencontrarse con los aficionados rojillos. Los casi noventa niños que participan en las jornadas aguardaban ansiosos la llegada del ídolo, que al entrar en el hotel Can Picafort Palace provocó el revuelo entre jugadores y familiares. Etoo comparecía sonriente, aunque como explicó después, «un poco cansado» por las horas de vuelo que había invertido durante la tarde anterior. El jugador se mostró en todo momento amable y bromista, por lo que apenas le costó ganarse a los chavales para establecer una agradable complicidad.

No quiso hacer declaraciones, pero si que se sometió a las preguntas de los jóvenes antes de fotografiarse con cada uno de ellos y firmar autógrafos a todo el que se le acercaba. Los más descarados le preguntaron enseguida por su próximo equipo, aunque logicamente, no aportó nada en claro. «A ver si me quedo aquí el año que viene, pero que los periodistas no pongan nada de esto», aseguró entre carcajadas.