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0
Grecia 1
República Checa 0

GRECIA: Nikopolidis (**), Seitaridis (**), Kapsis (**), Dellas (**), Fysas (**), Zagorakis (**), Katsouranis (**), Basinas (**), Karagounis (**), Vryzas (**) y Charisteas (**).
Cambios: Giannakopoulos (**) por Basinas y Tsartas (**) por Vryzas.

PORTUGAL: Cech (**), Grygera (**), Ujfalusi (**), Bolf (**), Jankulovski (**), Galasek (**), Poborsky (**), Rosicky (**), Nedved (**), Baros (*) y Koller (*).
Cambios: Smicer por Nedved.

Àrbitro: Pierluigi Collina (ITA). Mostró tarjeta a amarilla a los griegos Seitaridis, Charisteas y Karagounis, y a los checos Galasek, Smicer y Baros.

Gol:
1-0, minuto 105, Dellas.

César Toldrá|OPORTO

Un gol de plata de Traianos Dellas clasificó, contra todo pronóstico, a Grecia para la final en la que, al igual que sucedió en el partido que sirvió para inaugurar el torneo, se encontrará a Portugal.

Perdonó la República Checa a su rival durante el partido y lo pagó en la prórroga, ya que, principalmente en la primer parte, los checos desperdiciaron numerosas ocasiones de gol. Ahora los griegos tratarán de consumar la sorpresa más grande de la historia del torneo ante un rival, Portugal, que buscará la revancha de la afrenta del primer día del torneo.

El partido empezó con el guión esperado. La República Checa decidida al ataque y Grecia a la expectativa pero con el orden del que ha hecho gala habitualmente durante la competición, aunque la voracidad ofensiva checa puso el miedo en el cuerpo a los griegos.

A un disparo al larguero de Tomas Rosicky a los tres minutos le siguió, poco después, una sobresaliente intervención del meta griego Antonio Nikopolidis a un duro disparo de Marek Jankulovski, que fue el auténtico azote para Grecia en el primer tiempo.

Tras calmar el ciclón inicial de los checos, Grecia se asentó en el terreno de juego e incluso se atrevió a acercase a los dominios de Petr Cech. En esta mejoría del conjunto heleno tuvo mucho que ver Georgios Karagounis, quien se hizo con el balón y calmó las arremetidas checas. La situación había cambiado y Grecia controlaba la situación.

El segundo periodo se abrió con la incógnita de cómo encajaría el equipo de Bruckner la ausencia de su jefe Nedved, aunque pronto quedó claro que el conjunto checo no perdió su espíritu y desde el inicio se fue en busca de la portería griega. Grecia aguantaba las acometidas de su rival y, cuando podía, buscaba su oportunidad para marcar. El partido entró en la fase que más le convenía al conjunto de Rehhagel, que buscaba un resquicio en la defensa rival para dar la sorpresa.

Grecia estuvo cerca de marcar, pero finalmente el partido llegó a una prórroga, que comenzó con varios sobresaltos para Cech, ya que Giannakopoulos, por dos veces, Charisteas y hasta el central Dellas tuvieron ocasiones de batirle. El equipo de Rehhagel parecía más entero en el tiempo suplementario y lo demostró.

Tanto lo intentaron los griegos que, al final, un certero cabezazo del central del Roma, Trainaos Dellas en el último minuto de la primera prórroga se convirtió en el gol de plata del partido y consumó la sorpresa al clasificar a Grecia a una final que nadie esperaba.