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Dos meses y medio después de que una fisura en el escafoides del tobillo izquierdo le apartara de las pistas, Rafael Nadal reaparecía ayer en casa. El tenista manacorí tuvo buenas sensaciones sobre la arcilla de Santa Ponça y viaja hoy hacia Suecia para participar en el torneo de Bastad. Al jugador balear se le acumulan las buenas noticias, ya que el pasado miércoles le informaron de que podrá participar en los Juegos Olímpicos. Dice que es una competición muy importante, aunque comenta que «ganar una medalla va a ser muy difícil».

«Me he sentido muy bien en la pista». Así de contundente se mostraba Rafael Nadal tras finalizar su participación en el Torneo de Santa Ponça. El jugador isleño reaparecía tras dos meses y medio de baja, lo que le va a obligar a afrontar los primeros torneos sin jugar al límite. «No voy a poder jugar al cien por cien. Los médicos me han dicho que es mejor no forzar para evitar que haya una recaída, así que en los partidos tendré cuidado a la hora de pisar fuerte para golpear a la pelota. El plan es no forzar lo más mínimo. A estas alturas más vale perder un partido que tener que volver a parar».

Le lesión ha obligado a Rafael Nadal a tener que renunciar a Roland Garros y a Wimbledon, y también le impidió luchar por un puesto para los Juegos Olímpicos. La Federación Española les ofreció la posibilidad de jugar el dobles junto a Carlos Moyà y los dos mallorquines aceptaron. Respecto a sus opciones explicó que «va a ser muy difícil ganar una medalla. Va a haber muy buenos jugadores, muchos de ellos especialistas en dobles, pero está claro que no vamos a renunciar a nada».

Moyà y Nadal han jugado sólo una vez juntos el dobles. «Fue un torneo el año pasado, pero no nos salió bien. Ninguno de los dos podía dedicar al dobles las energías necesarias. En los Juegos será diferente».

Rafael Nadal probablemente va a cambiar de lado para jugar el dobles con Moyà. Cuando juega con Tommy Robredo juega en la derecha, pero cree que lo más lógico es que Moyà ocupe ese puesto. «Todavía tenemos que hablarlo, pero seguramente Carlos jugará en la derecha y yo en el revés. Así los dos tendremos la derecha en el exterior».

La lesión ha obligado a trastocar los planes, pero sigue siendo ambicioso. Terminar el año entre los veinte primeros va a ser difícil aunque va a tratar de acabar entre los treinta, incluso veinticinco mejores. Su mejor tenis lo volverá a mostrar en los Masters Series de Toronto y Cincinatti.