En un torneo de tie breaks, estaba escrito que Carlos Moyà iba a
ser el campeón. El tenista mallorquín, un auténtico especialista en
muertes súbitas, se impuso en la primera edición del Torneo Illes
Balears que se disputó en la playa de Santa Ponça. El jugador
balear dio muestras del gran momento de forma que atraviesa y se
deshizo en la final del argentino Guillermo Cañas por 7-3 y 7-4. La
primera edición del Torneo Illes Balears se jugó bajo el formato de
tie breaks. El cuadro constaba de ocho jugadores (siete
profesionales del circuito ATP y el ganador de la fase balear,
Tomeu Salvá), por lo que el torneo comenzó desde cuartos de
final.
En el partido inaugural, Guillermo Cañas, que cubría la plaza
del alemán Rainer Schuettler que no pudo acudir ya que estaba
jugando la final del mixtos en Wimbledon, doblegó sin problemas al
británico Greg Rusedski. Pasadas las tres y media de la tarde se
producía uno de los momentos más esperados: la reaparición de
Rafael Nadal. El tenista manacorí no puede forzar en estas primeras
semanas, pero ofreció unas pinceladas de su tenis. Consiguió
doblegar a Fabrice Santoro (4-7, 7-2 y 7-3) y se clasificó para las
semifinales donde debía medirse con el ganador del partido que
enfrentaba a Carlos Moyà y Tomeu Salvà.
En el duelo generacional mallorquín Carlos Moyà venció con
claridad a Salvá por 7-5 y 7-1, aunque el de Cala Millor ofreció
algunos detalles que hacen pensar que pronto estará en la elite del
tenis mundial.
Antes de que Moyà superara a Salvá, Juan Carlos Ferrero se había
deshecho de Martin Verkerk, y había obtenido el pasaporte para
enfrentarse en las semifinales a Guillermo Cañas. El enfrentamiento
entre el argentino y el valenciano fue muy extraño. Cañas ganó el
primer parcial por un apretado 8-6, pero vio como Ferrero se
anotaba el segundo tie break por un contundente 1-7. En el tercer
desempate Cañas se imponía por 7-5.
El encuentro de la segunda semifinal comienza a convertirse ya
en un clásico. Carlos Moyà y Rafael Nadal se enfrentaban por cuarta
vez en competición (dos oficiales y esta era la segunda en un
torneo no puntuable), pero los mallorquines llegaban en momentos
muy diferentes. El palmesano era el gran favorito y su derecha se
encargó de hacer buenos los pronósticos. Moyà ganaba por 7-5 y 7-5
y se metía en la final.
La final volvió a ser un monólogo de Carlos Moyà. Está muy
rápido de piernas, su pelota viaja muy deprisa y además su paso por
Wimbledon le ha hecho mejorar considerablemente en la volea. El
resultado fue una nueva victoria ante Cañas que le proporcionó el
título en esta primera edición del Torneo Illes Balears.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.