Armstrong marca su terreno

Cancellara, un corredor nacido hace 23 años, invirtió en los primeros 6,1 kilómetros de la 6 minutos y 50 segundo, un segundo menos que Armstrong; mientras que el otro candidato que más suena para el podio el alemán Jan Ullrich se dejaba 15 segundos con respecto al estadounidense.

La tercera posición fue para el español Iván Gutiérrez (Illes Balears) que necesito siete segundos más y que sirve para compensar la actuación de sus compañeros Angel Vicioso (Liberty) y Oscar Pereiro (Phonak).

Si Ullrich no tuvo su mejor día bastante peor les fueron las cosas a otros aspirantes al podio final, casos de los españoles Ibán Mayo (Euskaltel) que se dejaba, con respecto a Armstrong, 19 segundos, Oscar Sevilla (Phonak) 24 y Roberto Heras (Liberty) 35 segundos.

Junto a ellos y en una línea similar el también estadounidense Tyler Hamilton (Phonak) que se queda 16 segundo de su compatriota. Fue el ruso Viascheslav Ekimov el primero que se acerco a la raya de los siete minutos (7:09). Un registro que tenía que marcar las primeras referencias para su jefe de filas, Lance Armstrong.

Vicioso y Pereiro
Diez minutos después era el español Angel Vicioso (Liberty) el que rebaja en un segundo el tiempo de Ekimov tras realizar una sensacional crono, con un pedaleo regular de principio a fin, como también hizo su compatriota Oscar Pereiro (Phonak) al 6:60, primer corredor que bajaba la barrera de los siete.

El sueño de Pereiro se esfumaba después una hora y 21 minutos siendo el líder provisional del Tour, el encargado de bajarlo del pedestal fue el suizo Fabian Cancellara (Fassa) con un registro de 6:50 minutos, que resulto ser el mejor. El tiempo de Cancellara pesó como una losa, pues otros, casos de Ullrich, Arsmtrong o el australiano Bradly McGee, por experiencia y palmarés eran los claros candidatos a la primera camiseta amarilla. En la primera parte de la carrera Ullrich dio la impresión iba más suelto que Armstrong, pero a medida que se acercaba el final y conocedor de que lograba arañar segundos a Cancellara y que Armstrong, con un pedaleo feo que daba impresión que iba clavado, realizó un final explosivo y daba el primer aviso a sus enemigos.