La abogada del legendario ajedrecista, Masako Suzuki, dijo que
su cliente telefoneó a la embajada de Estados Unidos en Japón para
transmitirle el deseo de abandonar su actual nacionalidad, según
Kyodo. La ley norteamericana exige que la renuncia a la ciudadanía
se haga en presencia de un funcionario consular, pero hasta hoy la
representación diplomática no ha respondido, según indicó una
asociación local de simpatizantes denominada Comité para Liberar a
Bobby Fischer. Para este grupo, liderado por un amigo de Fischer,
John Bosnitch, la detención del ajedrecista forma parte de «una
trampa» tendida por Estados Unidos para «agarrarlo en un lugar
donde fuera fácil detenerlo». En varios mensajes escritos, Fischer
ha calificado su detención de «conspiración criminal» para
confiscar y destruir su pasaporte».
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