La noche del pasado domingo, el baloncesto español redactaba una
nueva página dentro de su brillante currículo dentro de las
selecciones inferiores. Las cadetes rubricaban un Campeonato de
Europa excelente con un nuevo título en Biella (Italia). Invictas,
las chicas de Carlos Colinas se colgaban un oro con un claro acento
mallorquín. Grecia, Hungría, Rusia, Turquía, Francia,
Bielorrusia... Todas las rivales fueron cayendo de manera clara y
el camino hacia las medallas se allanaba día a día. Incluso se
permitieron el lujo de apabullar (36-52) a la futura subcampeona
del torneo, Serbia y Montenegro.
Y entre las culpables, dos mallorquinas que se han destapado.
Alba Torrens y Gabi Ocete representan el futuro del baloncesto
femenino de Mallorca, y de paso de todo el país. La primera es una
de las esperanzas sobre las que trabaja con más ímpetu el Segle
XXI, un centro de formación al que llegó hace menos de un año, pero
que ha permitido a la alero de Binissalem madurar como persona y
deportista hasta límites insospechados. En la final, se echó el
equipo a las espaldas y con veintidós puntos permitió a España
bañarse en oro.
Su compañera de viaje y aventuras, Gabi Ocete, es el estandarte
del proyecto encabezado por la Federació de Bàsquet de les Illes
Balears. La base del Centre de Tecnificació ha sudado su plaza en
el equipo y en la final no quiso fallar. Siete puntos suyos
ayudaron a que España superara en la gran final del Campeonato de
Europa cadete a Serbia y Montenegro por un ajustado 58-52.
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