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Luis Villarejo|MADRID
Ayer surgió un nuevo invitado a la mesa del lío veraniego. El culebrón Samuel Etoo se vio salpicado por el repentino interés del Liverpool en acceder a su fichaje en una operación a tres bandas que acabaría hipotéticamente además con Michael Owen en el Real Madrid. Un triángulo increíble por su calado, al descubierto ayer en Inglaterra, y exhibido indirectamente en la web del Liverpool donde el club de Anfield publica la interpretación de esta información a través de varios artículos, incluidos Times y The Independent, que reflejan que la operación está en marcha. La noticia es seria.

A Rafa Benítez le gustaría contar con Samuel Etoo. Ya lo intentó sin suerte en el Valencia y ahora, de rebote, ve como se podría encontrar con un refuerzo, eso sí con permiso del FC Barcelona, que ha apostado muy fuerte por el camerunés. Al Liverpool, o mejor dicho, a Benítez, que estrena estos días eso de ser «manager», o sea de pedir, mandar y ejecutar, y de no ser sólo un entrenador que se pone el chándal, le encantaría que Etoo entrara en la operación de Owen al Madrid, y sino tampoco le importaría ver cerca a Fernando Morientes según aparece ayer en la prensa inglesa.

Esta última opción se antoja complicada. Aunque nada es imposible en el mundo del fútbol, Camacho es un defensor a ultranza de Morientes y quitárselo a última hora supondría un serio revés a su proyecto. Y a Camacho le gusta hablar claro cuando emprende un reto. Y que le muevan las piezas no le seduce nada. El Real Madrid tiene hasta el viernes para ejercer su derecho de tanteo sobre Etoo. Lo va a ejecutar. Pero obviamente no quiere ficharle para que se incorpore al Madrid. Primero porque es extracomunitario.