Fernando Morientes vuelve a brillar y reabre el debate

WISLA Majdan, Baszczynski, Glowacki, Klos, Mijailovic, Cantoro, Kalu Uche, Zienczuk, Gorawski, Zurawski y Frankowski.
Cambios: Gorawski por Kalu Uche, Kuzba por Frankowski y Kukielka por Zienczuk.

R. MADRID: Casillas, Salgado, Roberto Carlos, Pavón, Walter Samuel, Helguera, Beckham, Zidane, Figo, Raúl y Ronaldo.
Cambios: Morientes por Ronaldo, Guti por Zidane y Celades por Pavón.

Àrbitro: Massimo Busacca (SUI). Amonestó a los jugadores del Real Madrid Walter Samuel y Pavón.

Goles:
0-1, Minuto 72, Morientes.
0-2, Minuto 91, Morientes.

Enrique Ramón|CRACOVIA

Dos goles de Fernando Morientes, el primero tres minutos después de saltar al terreno de juego, dejaron casi sentenciada la eliminatoria para el Real Madrid y de paso aclararon que, esta temporada, no se va a contentar con ser un suplente de lujo del brasileño Ronaldo Nazario. El delantero blanco sigue en estado de gracia. Tras ser el máximo goleador de la pasada Liga de Campeones, con nueve tantos vistiendo la camiseta del Mónaco, necesitó tres minutos, un pase de David Beckham y un toque de balón para marcar su primer gol oficial esta temporada. Fue un tanto de delantero centro. Buscó el segundo palo, entró desde atrás y remató con la rodilla un centro con mucha intención de David Beckham.

No era lógico que el Real Madrid, con dos de los mejores jugadores del mundo poniendo balones en el área (Beckham y Figo), no tuviera el año pasado un ariete a la antigua usanza. Y Morientes dejó claro que este año puede ser un aliado de lujo de ambos futbolistas. El partido en la primera mitad no se apartó del guión previsto. La posesión del balón fue siempre del conjunto blanco, aunque los madridistas, con poca chispa a estas alturas de temporada, no encontraron huecos en la defensa polaca para hacer daño al guardameta del conjunto local.

Con el encuentro controlado, muy cómodo en el terreno de juego y con el Wisla de espectador, el Real Madrid tuvo varias oportunidades de ponerse por delante en el marcador, pero ni Roberto Carlos a los cuatro minutos, ni Zidane ni Raúl lograron anotar el primer gol. En la línea defensiva, el argentino Walter Samuel le ha dado un lavado de cara a la zaga blanca. Poco a poco se va acoplando e incluso parece que hace mejores a sus compañeros, ya que, salvo algún desajuste defensivo propio del mes de agosto, los cuatro de atrás dieron una seguridad defensiva que hacía tiempo no sentía Iker Casillas.

José Antonio Camacho, técnico madridista, tiene claro cuál es la asignatura pendiente de su equipo en las últimas temporadas. Por eso, ha blindado la portería de Casillas juntando a Iván Helguera y David Beckham con la pareja de centrocampistas, pero, como toda moneda, la otra cara es que el equipo ha perdido pegada arriba. Tras la reanudación, el conjunto polaco creyó en sus posibilidades durante los primeros quince minutos y creó más peligro que en toda la primera parte, lo que hizo lucirse a Iker Casillas en un par de acciones, demostrando que sigue siendo uno de los mejores guardametas del mundo.

Pero después del susto, el Real Madrid volvió a hacerse con el mando del partido, ya con Guti y Morientes en el terreno de juego en sustitución de dos cansados Ronaldo y Zidane. El partido tuvo un guión diferente. Con el triunfo en el bolsillo, la eliminatoria encarrilada y el rival satisfecho por un resultado honroso, el partido murió a la espera del partido de vuelta, aunque aún le dio tiempo a Morientes de sentenciar con otro gol en el tiempo de prolongación y a Camacho de hacer un guiño al sacar a Celades al terreno de juego, futbolista que entraba en las quinielas para abandonar el equipo.