España va a cerrar hoy (8.00 horas) la primera fase del torneo
olímpico contra Nueva Zelandacon todo el trabajo hecho, anclada en
el liderato del Grupo A sin ningún riesgo clasificatorio y
preparada para ensayar una nueva forma de ganar en espera de
aclarar definitivamente el rival que tendrá en cuartos. El
desenlace del choque, sea cual sea, no afecta en absoluto al equipo
de Mario Pesquera. Para otras selecciones, sin embargo, todo
depende de este marcador. Nueva Zelanda, de forma directa, así como
Serbia y Montenegro, que interviene indirectamente, están a
expensas del resultado de este partido.
La victoria catapulta a Nueva Zelanda hacia los cuartos de
final. En caso de derrota, pierde toda opción de luchar por las
medallas. Por tanto, para los neozelandeses no cabe otra cosa que
ganar. La suerte que corran los 'kiwis' marca también la de los
serbios, vigentes campeones del mundo. Serbia y Montenegro juega
contra China, que todavía alberga posibilidades de clasificación.
La posición de los serbios sorprende. El equipo de Zeljko Obradovic
tiene un pie dentro y otro fuera, algo excepcional para una
selección habituada a pisar el podio.
El único salvoconducto que puede llevarles a los cuartos de
final les exige imponerse a China y, luego, esperar a que todo lo
demás funcione a su favor. O sea, que Nueva Zelanda caiga frente a
España. La opción de que los campeones mundiales pierdan el tren
del podio ha alimentado conjeturas de todo tipo sobre la actitud
con la que España afronta el choque ante los neozelandeses. Desde
luego, las cábalas que ponen en duda las intenciones del equipo
español han surgido fuera de su entorno. Dentro del vestuario no
hay duda: salir a ganar.
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