La ciclista mallorquina Marga Fullana, entre Maja Wloszczwska (8) y Alison Sydor (6), durante la prueba de mountain bike.

TW
0

Cuando las cosas parecen no querer salir, poco se puede hacer para evitar que el destino te juegue malas pasadas. Eso es lo que le ha sucedido a Marga Fullana. Después de una temporada plagada de malas noticias, ha visto como su sueño olímpico se hacía trizas desde varios frentes. Ella llegaba con la moral a un elevado porcentaje, pero siempre con cautela. No ha sido un año fácil y quería desquitarse con una medalla en Atenas. Pero la Federación Española volvió a cebarse con una de las figuras que más lustre le ha dado a nuestro ciclismo. Primero incumple sus promesas y luego amenaza con dejarla fuera de carrera por no vivir en la Villa, aunque residía a dos minutos del circuito. Una cosa de locos. Marga se mantuvo al margen, tomó la salida y se vació, pero eran demasiado imponderables y acabó bajándose de la bici. Dando la cara, esquivando cualquier tipo de polémica y en silencio. Los caprichos de algún personaje con poco seso le han costado un disgusto. Ella, Alzamora y Llaneras parecen tener pinta de víctimas.

Oro a paladas. David Cal se ha unido al club de los elegidos. El piragüista se ha colgado el oro en C-1 1.000 metros y reivindica de esta manera un papel para su deporte dentro del panorama nacional. Lo ha hecho haciendo sufrir, pero el esfuerzo le ha valido la pena a este pontevedrés que sigue engrosando la lista de metales. El récord de Barcelona sigue cerca, pero ya nos quedan pocos Juegos para alcanzarlo.

Agridulce adiós. La selección femenina de baloncesto, la misma que nos llenó de ilusión durante la primera fase, se despidió de Atenas con más pena que gloria. La mejor generación de baloncestistas que ha dado nuestro país cayó en la puja por la sexta plaza ante la República Checa (79-68) y certificó que la eliminación ante Brasil hizo daño en el vestuario. Marta no tenía la muñeca caliente y sus compañeras lo notaron. Hoy les toca a los chicos, que frente a China, y en un horario que invita poco a ponerse ante el televisor -ocho de la mañana en Españaquiere cerrar una de sus mejoresincursiones olímpicas con un resultado que deje constancia de que España es una potencia mundial. Si alguno lo dudaba, ante Estados Unidos, los mismos que se pelearán por el bronce, lo dejaron muy claro. Pero otra vez el maldito cruce volvió a tirar por la borda un torneo excepcional.

Cuenta atrás. Es inminente el final de los Juegos, los que para muchos serán los mejores de la historia, como viene siendo habitual. La representación balear se reduce ya a la mínima expresión. Rudy pondrá el punto y final a su primera experiencia con la selección absoluta, pero nos quedará Toni Peña. El maratoniano quiere poner el broche a su carrera en la prueba por antonomasia. A lo mejor cae la segunda medalla.