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Pablo Peral
El Real Madrid y todas las estrellas de la galaxia blanca, a excepción de los nuevos fichajes, el argentino Walter Samuel y el inglés Woodgathe que no se han desplazado por lesión, aterrizaron ayer con media hora de retraso sobre el horario previsto en el aeropuerto de Son Sant Joan. Zidane, Beckham, Owen y compañía se hicieron de rogar y el nerviosismo entre los aficionados blancos fue aumentando a medida que pasaba el tiempo. Un hecho anecdótico durante la espera, fue la aparición de un turista recién llegado a la Isla que tuvo la «mala suerte» de llegar vestido con la camiseta del Barcelona y fue más que abucheado por los seguidores del Real Madrid.

Durante toda la tarde numerosos aficionados se pasearon por el aeropuerto preguntando constantemente al servicio de información si sabían algo sobre la llegada del vuelo del R. Madrid y desde las 20.00 horas, la terminal de llegadas del aeropuerto estaba llena de aficionados madridistas, unos 250 aproximadamente que provistos de camisetas y bufandas, ocupaban todo el camino desde la puerta de llegadas hasta el autocar, a la caza de algún autógrafo de sus ídolos. A las 20.45 apareció la expedición madridista y el delirio se apoderó de la gente.

Lágrimas, gritos y muchos flashes de cámaras saltaron cuando por la puerta apareció la expedición encabezada por Raúl, Luis Figo y Guti. Los aficionados que se desplazaron hasta allí lo tuvieron muy difícil para conseguir algún recuerdo ya que la policía protegió la llegada del equipo blanco en todo el recorrido que llevó a los jugadores hasta el autobús.