La pasarela de la primera jornada de la Liga 2004-05 presenció un
desfile inédito en el fútbol balear. Tres porteros autóctonos
tomaron parte activamente en el primer capítulo del curso, un hecho
curioso que protagonizaron dos debutantes y un veterano. Miquel
Angel Moyà (Real Mallorca) y Antoni Prats (Betis) disputaron todo
el partido, mientras que Gabriel Ribas (Espanyol) pisó el césped de
Montjuic en el minuto 70 por la lesión del camerunés Kameni en el
encuentro ante el Deportivo.
Miquel Angel Moyà (02-04-84, Binissalem) irrumpió en la nobleza
con fuerza. Cinco años después de que Fernando Vázquez le diera la
oportunidad de entrenar con Burgos y Leo Franco, cuando apenas
había cumplido 15 años, Moyà cumplió el domingo con un sueño que se
prevé el primero de una extensa lista. El portero ya puede presumir
de un debut soñado en Primera División: en casa y ante el Real
Madrid. «No podía pedir más...sólo la victoria», subrayó ayer a
este periódico desde Madrid minutos antes de entrenar con la
selección española sub-21 de cara a los partidos amistosos del
próximo día 2 y 7 de septiembre.
Formado en las categorías inferiores del Binissalem, Moyà militó
durante media temporada en el Campos alevín antes de ingresar, con
11 años, en el Real Mallorca. Admirador de Toldo, Buffon, Cañizares
y Casillas, Moyà subrayó que «en las horas previas sí que estuve
nervioso, pero durante el partido no». Preguntado por los
galácticos, dijo que «en persona son como por televisión. Bueno,
con más glamour...».
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