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Su fichaje por el Liverpool le convirtió en el portero más caro en la historia del fútbol británico. Un lustro después, la campana del último minuto le ha salvado de pasarse una temporada en el ostracismo. Sander Westerveld (23-10-1974, Holanda) echó ayer el cerrojo al vestuario del Real Mallorca...al menos hasta la apertura del mercado de invierno. El portero holandés, que fue presentado en Son Bibiloni por Mateo Alemany como «el último elemento que le faltaba a la plantilla para ser competitiva en todas sus líneas», jugará esta temporada en la isla cedido por la Real Sociedad, aunque el club balear se reserva una opción para ampliarle su contrato dos temporadas más.

Westerveld, que destiló buen humor en su presentación, se mostró satisfecho del desenlace de su futuro: «Mi situación en la Real Sociedad era muy complicada y no tenía mucha confianza de seguir en España. En el último momento, cuando todos los clubes ya tienen sus plantillas perfiladas, me dijeron que no iban a contar conmigo. Estaba preocupado porque no había recibido ninguna oferta, pero al final surgió el Mallorca y estoy muy satisfecho de estar aquí».

El portero holandés afronta con ilusión su nueva etapa: «En la Real iba a ser el tercer portero, por detrás de Asier Riesgo y Alberto, y por lo menos aquí tengo la oportunidad de demostrarle al entrenador que puedo jugar. Va a ser difícil porque sé que Moyà es un buen portero por las referencias que me ha dado Julen Lopetegui». Westerveld está satisfecho de la plantilla confeccionada por el Mallorca: «Ha fichado a buenos jugadores y pienso que hay equipo para por lo menos luchar por entrar en la Copa de la UEFA». Sobre si había hablado con su compatriota Arnold Bruggink dijo que «sí, hablé con él, y me dijo que igual si yo venía él se tenía que ir... Es una pena porque jugamos en el mismo equipo desde los 13 hasta los 21 años. Pero son cosas del fútbol».