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Efe|NUEVA YORK
Carlos Moyá se convirtió ayer en la gran sorpresa de la sexta jornada del Abierto de Estados Unidos al perder por 4-6, 6-4, 6-3, 6-7 (7-5) y 7-5 frente al belga Olivier Rochus y quedar eliminado en la tercera ronda del último torneo de Grand Slam del año.

El partido, que duró tres horas y 38 minutos, permitió a Rochus seguir con su marcha triunfal en su quinta participación en el Abierto, después de no haber ganado ningún partido en las cuatro anteriores.

Rochus, de 23 años, que comenzó perdiendo el primer set, comenzó a encontrarle el punto débil al tenista español con pelotas cruzadas a ambos lados del campo, un revés sólido y un buen primer servicio, que le abrió el camino de la victoria al ganar la segunda manga y la tercera.

Aunque Moyá, de 28 años, que venía de ganar a Rochus en los Juegos de Atenas 2004 por 6-0 y 7-6, consiguió aplazar su derrota anunciada en el cuarto set, cuando ganó el «tiebreak», pero después de haber perdido una ventaja parcial de 4-2.

Ambos jugadores mantuvieron el saque, hasta que, en el séptimo Moyá tuvo la gran oportunidad de sentenciar el partido cuando logró romperle el saque a Rochus para ponerse con la ventaja de 4-3. Al final terminó perdiendo por 7-5 después de cometer una doble falta en la segunda pelota de partido en contra.

Horas antes, Andy Roddick había eliminado a Rafael Nadal tras doblegarle por 6-0, 6-3 y 6-4. Roddick, segundo cabeza de serie, con su potente saque de más de 220 kilómetros por hora y un golpe de derecha demoledor estuvo siempre en control del partido hasta que en el primer juego de la tercera manga permitió que Nadal le rompiese su servicio.

Esa fue la única concesión que hizo Roddick, de 21 años, porque respondió al mejor juego de Nadal y en el octavo juego recuperó su saque para empatar a 4-4 y luego romperlo de nuevo en el décimo y definitivo. «Ha sido un partido muy interesante, que en principio no tuve problema, pero luego Nadal fue a más y me exigió mayor esfuerzo. Le había visto en vídeos y trabajamos bien la estrategia» declaró Roddick.