La ambición es la característica que define la puesta en marcha de
la LEB-2. La categoría de bronce habla mallorquín por dos frentes
opuestos, pero separados geográficamente por poco más de una
veintena de kilómetros. Drac Inca y Alcúdia-Aracena parten como los
dos rivales a batir, no en vano son los recién descendidos desde la
LEB, aunque la competencia va a ser dura. Muy dura. Porque pese a
la ampliación a dieciséis equipos, la competición ha experimentado
un salto cualitativo en el que Inca y Alcúdia tienen mucho que
decir. El curso arranca el viernes, pero el Alcúdia no se estrenará
hasta la tarde del sábado ante el Doncel La Serena, y el Drac Inca
no se presentará ante su hinchada hasta el domingo y frente al
Guipuzkoa (18:30 horas), en un Palau que deposita sus sueños de
bronce en un ascenso que es obligatorio para ambos conjuntos. Éstos
se verán las caras en la tercera jornada, con el Palau como testigo
directo de un pulso histórico.
El traumático descenso del Drac Inca no llevó a sus dirigentes a
bajar la guardia. Al contrario, han sabido moverse en los momentos
más delicados. La base del plantel se ha mantenido con puntales
como Alzamora, Johnson, Carrasco o Sergio Rodríguez. La clase de
Joan Riera, la muñeca de Pedrera, la experiencia de Boccia y los
centímetros de Moraga y Sneed deben hacer el resto. El gallego Juan
Díaz asumió el reto de devolver al Drac Inca a su hábitat natural,
algo que pasa por un curso cargado de dificultades en el camino.
Sus últimas experiencias en la categoría superior no son un buen
aval, pero el carácter que imprime a sus equipos es el ideal para
recuperar el terreno perdido en una dramática serie ante el
Ourense. La historia del desembarco de Julio Gálvez está plagada de
singularidades. El empresario catalán siempre mostró su
predilección por Palma, pero un Alcúdia recién ascendido a EBA le
ofreció la posibilidad de aspirar a todo y sentar las bases de un
proyecto ambicioso. La fusión resultó perfecta y Fede Pozuelo fue
el elegido para llevar la nave al puerto que le corresponde. Su
juventud y la hoja de servicios que atesora dentro de la LEB-2 le
valieron la confianza de los principales valedores de este nuevo
proyecto que acapara la admiración y el respeto de todo el planeta
básket.
Paso a paso, se diseñó un plantel ganador. Israel Pampín, Iker
López, Raúl Mena, Xavi Ventura, Fran Pérez, Martín Vaquero... Y una
pareja estadounidense que promete. Robert Joseph -ex del Menorca- y
Jason Blair conforman un tándem letal, al que se ha unido el
internacional danés Nicolai Iversen. Javi Lorente ocupará el puesto
de Xavi Ventura en la dirección del juego y hará valer su condición
de vinculado para ganarse una plaza en el cinco alcudienc. La larga
temporada regular no va a ser un camino de rosas para Inca y
Alcúdia. El Autocid Ford Burgos ha echado el resto con Tony Smith,
Alex Franco y Steve Horton a la cabeza y José Luis Oliete al mando
de la pizarra, en uno de los regresos a los banquillos más
esperados tras su salida del CAI Zaragoza. Rosalía, Cornellà y
Aguas de Valencia son los otros tres rivales más temibles, aunque
el Pozuelo de Joe Alonso, José Àngel Antelo, Mark Poag y Darío
Quesada también va a dar qué hablar. Sin dejar de lado al Cara
Rioja de Jesús Gutiérrez, hasta hace unas semanas técnico del
Grupotel.com Muro, o a un clásico con armas sólidas, como el Rayet
Guadalajara. Los recién ascendidos -Sabadell, Hospitalet y Celso
Míguez- o el renacido Guipuzkoa, primer rival del Inca, no deben
pasar de largo, y menos en una categoría abierta, com muchos
candidatos a las dos plazas que todos perseguirán.
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