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Albert Orfila / Amador Pons
El nuevo velódromo cubierto de Palma ha encontrado acomodo. La instalación será proyectada sobre un solar ubicado en Son Hugo, junto al emblemático complejo de piscinas, o en otro localizado entre la Platja de Palma y Sant Jordi, concretamente en el polígono de Son Oms. Ambos terrenos son de titularidad municipal, un aspecto determinante. Meses atrás, los responsables de Cort valoraron otras opciones -entre ellas, Ses Cadenes-, aunque han quedado totalmente descartadas. Ante la falta de viabilidad económica para asumir una gravosa expropiación (prácticamente se duplicaría el coste total de esta nueva equipación), los responsables del Consistorio han reducido a dos las opciones. La elección final lleva pocas horas debatiéndose.

En el caso de Son Hugo, el Ajuntament valora sobremanera el hecho de que pueda completarse un gran complejo deportivo. De hecho, el velódromo debe convertirse en una instalación multifuncional. El Palau de Son Moix se ha quedado obsoleto y al margen del ciclismo en pista deben tener cabida otras disciplinas deportivas, fundamentalmente, baloncesto y voleibol. En esta zona se proyectaron durante el año 99 las piscinas de Son Hugo, una de las equipaciones más vanguardistas de Ciutat. Construir en unos terrenos colindantes el velódromo, abriría nuevas perspectivas y un gran centro neurálgico en materia deportiva.

El principal déficit que presentan los terrenos que posee el Ajuntament son los metros cuadrados. El actual equipo de gobierno de Cort está dispuesto a realizar un esfuerzo económico importante para que Palma cuente con una instalación de referencia a nivel mundial. Y Son Hugo condiciona el desarrollo completo de los anteproyectos que están sobre la mesa.