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El Mallorca regresa alugar del crimen. A un escenario que no le trae muy buenos recuerdos. La visita que esta noche rendirá el grupo balear al estadio Carlos Belmonte de Albacete guarda cierto paralelismo con la crónica negra que se escribió hace prácticamente un año. Nos situamos en la pasada temporada. En la quinta jornada. En un caluroso 28 de septiembre. El Mallorca de Jaime Pacheco, que había sumado cuatro puntos en otros tantos partidos, afrontaba su visita a Albacete con cierta confianza en el triunfo. No en vano, el equipo manchego, dirigido entonces por César Ferrando, cerraba la clasificación de la Liga con cuatro derrotas consecutivas, un gol marcado y nada menos que ocho encajados. Todo pintaba bien...

Pero las cañas de las vísperas se tornaron en lanzas, el Mallorca paseó su indolencia por el césped del Carlos Belmonte, el Albacete se levantó sobre las miserias rojillas y Jaime Pacheco hizo las maletas para regresar a Portugal. El técnico luso fue destituido al día siguiente de la derrota (2-0). Espoleado por la necesidad del colista, eAlba arrancó con rabia, y el Mallorca se encontró con todas las salidas taponadas. Parri elevó la superioridad manchega al transformar una falta (min. 16) y Mikel sentenció a Jaime Pacheco con un gol de cabeza (min. 79) tras un buen servicio.

El viaje de regreso de tierras manchegas fue premonitorio. Caras largas, Pacheco en la soledad más absoluta y cada jugador por su lado. La destitución estaba cantada. Al día siguiente, el secreto a voces se transmitió a todos los rincones del mallorquinismo con una velocidad de vértigo. Llompart fue su sustituto provisional hasta el aterrizaje de Luis dos semanas más tarde. El resto ya es historia.