Las conjeturas sobre el futuro del Real Mallorca monopolizan
titulares y tertulias. Desde que el pasado domingo se consumiera la
cuarta derrota balear en la sexta jornada del torneo, un arranque
que le ha empujado hasta el fondo del barranco dos años y medio
después de su última visita al farolillo rojo, una catarata de
interrogantes se ha abierto en el mallorquinismo con el nombre de
Benito Floro como epicentro de todas las miradas.
Las constantes rotaciones del entrenador asturiano, que ha
alineado un once distinto en cada una de las jornadas; su apuesta
por Luis García como única referencia ofensiva; el ostracismo del
montenegrino Andrija Delibasic y los cambios de posiciones de
jugadores como Farinós o Jorge López, son cuestiones que
capitalizan las opiniones de la hinchada. Benito Floro no se
esconde, reconoce su preocupación por el discreto inicio de curso,
aunque pide tiempo: «La única manera de salir del pozo es apretar
los dientes, trabajar a conciencia y olvidarse del entorno», señaló
ayer a este periódico el técnico gijonés.
Uno de los argumentos que expone Floro cuando se le pregunta el
porqué no alinea a dos delanteros de referencia es su apuesta por
sentar las bases del equipo defensivamente: «Debemos compaginar la
creación del juego combinativo que pretendemos con la seguridad
defensiva. En pretemporada, por ejemplo, jugamos bien pero
encajamos muchos goles y eso me sirvió para ver que no puedo crear
ese estilo de juego y, al mismo tiempo, dejar lagunas defensivas.
Estamos aplicando el sentido común a la creación del estilo de
juego», manifestó.
El máximo responsable técnico del Mallorca considera precipitado
extraer conclusiones en la sexta jornada de Liga: «Es obvio que
nadie pensaba en este arranque tan irregular, con cuatro derrotas
en las seis primeras jornadas, pero en la sexta jornada ni se gana
la Liga ni se baja a Segunda División. Que nadie olvide que las
cosas son como acaban y no como empiezan. Hay equipos que han
arrancado muy fuerte que estarán abajo y otros, como nosotros, que
hemos comenzado abajo y subiremos. Las lanzas se tornarán en cañas
y viceversa. De eso estoy convencido», apuntó.
Floro señala algunas de las causas del deprimente inicio: «El
equipo está desacertado por un problema de conjunción. Hay cierta
ansiedad en los futbolistas que ya pertenecían a la plantilla
porque recuerdan experiencias del pasado y los nuevos se encuentran
en pleno proceso de acoplamiento, Pero confío en mejorar».
El técnico asturiano, que ha aprovechado el parón de Liga para
incrementar la frecuencia y la intensidad de los entrenamientos con
sesiones de mañana y tarde, ve a los jugadores con «ganas de
mejorar, de encontrar el rumbo» y considera que sólo hace falta
«encadenar un par de victorias para alterar esta dinámica negativa
y lograr la estabilidad».
A propósito de su cambio de piezas, Floro apunta que «lo idóneo
es tener un equipo tipo, pero hasta que no encontremos el camino
correcto, quizás tengamos que atravesar esta circunstancia». El
técnico solicita la máxima unión entre «jugadores, medios de
comunicación y afición» para inaugurar el casillero de victorias en
Son Moix el día 17 ante el Villarreal, su ex equipo: «La única
especialidad en relación a cualquier otro partido es que nosotros
debemos ganar. Nada más».
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