Con tal objetivo, jugará con un único punta; Raúl González,
adelantará la posición de Xavi Hernández y fortalecerá el centro
del campo con la entrada de Rubén Baraja, junto a David Albelda. En
las bandas, es posible que el deportivista Víctor Sánchez sustituya
al bético Joaquín Sánchez y Albert Luque, autor del primer gol ante
Bélgica, sea titular en detrimento de José Antonio Reyes, con la
intención de aportar mayor trabajo al centro del campo. Dadas las
circunstancias, el seleccionador español considera que todo lo que
sea no perder será un resultado positivo, que acercaría a España al
próximo Mundial. Los mismos cálculos echa el técnico lituano,
Algimantas Liubinskas, que aspira a finalizar el año con 10 puntos,
tras enfrentarse a España y San Marino, pero también se daría por
satisfecho si concluye el balance anual con 8 puntos en su casilla.
Liubinskas no podrá contar, por lesión, con el defensa del CSKA
Moscú Deividas Semberas, que había regresado a la convocatoria por
primera vez desde junio de 2003, ni con el delantero del Krylya
Sovetov Robertas Poskus, un duro atacante de quien Luis destacó las
patadas que daba, que sufrió un accidente de tráfico y aún está
hospitalizado.
Su gran «estrella», el ex atacante de la Real Sociedad Edgaras
Jankauskas, tiene molestias físicas, pero es seguro su concurso,
porque es el máximo goleador, el hombre sobre el que se articula
todo el juego lituano. Jankauskas tendrá como compañero en el
ataque al delantero del Livorno italiano Tomas Danilevicius.
Regresa, además, al conjunto el zaguero del Torpedo Moscú Mantas
Samusevas, que había rechazado jugar con su selección en anteriores
convocatorias.
España deberá luchar contra Lituania, pero también contra los
elementos, algo que no ha pasado desapercibido en el vestuario.
Luque, hérore del partido ante Bélgica, advertía que el equipo
«está preparado para todo», conscientes de que será muy difícil
jugar al fútbol en un terreno en malas condiciones y ante un rival
que le gusta un juego tan directo.
«A mí el juego que me gusta es por abajo y meter goles, pero
está claro que también hay partidos como éste y hay que estar
preparado para todo», indicó.
El catalán subrayó que todo será muy diferente al choque ante
Bélgica del pasado sábado, con «condiciones más adversas, un peor
terreno de juego y jugadores menos técnicos pero que van a la
guerra y van al límite», por lo que «para ganar aquí habrá que
pelear mucho». «Para controlar el balón se va a necesitar un poco
más de tiempo, no te van a dejar pensar tanto, pero las
dificultades son para todos iguales», comentó al respecto el
atacante del combinado español.
Por su parte, el guardameta madrileño Iker Casillas señaló que
cualquier resultado que no sea la derrota se puede dar por bueno
esta noche ante la selección de Lituania.
«Soy de los que opinan que todo lo que sea amarrar todos los de
casa y no fallar fuera pues mejor. Si que es cierto que lo que no
sea perder es un paso importante», afirmó ayer el joven guardameta
del Real Madrid.
Casillas reconoció que es un partido que «incómoda en general
porque es un cambio bastante brusco» con respecto al de Santander,
aunque tiene claro que «es lo que hay y habrá que sobreponerse a
cualquier terreno».
«Hay demostrar que cuando hay que trabajar y esforzarse también
somos capaces de hacerlo y poner todo para sacar los tres puntos o
algo positivo de aquí», añadió el cancebero de la selección.
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