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A. Aguiló
La precaria situación del Mallorca en la tabla de clasificación propicia que un choque en la séptima jornada de la competición se señale desde el vestuario de Son Bibiloni como «una final». En estos términos se manifestó Alejandro Campano en la jornada de ayer. Para el centrocampista sevillano, «hay que olvidarse de historias y de repetir que queda mucha Liga. Hay que ganar al Villarreal como sea, para nosotros este partido es una auténtica final».

La clasificación habla a las claras de la paupérrima situación del cuadro balear. Cuatro puntos tras siete puntos y la posición de colista han encendido la luz de alarma en el seno del equipo. Por esta circunstancia, Campano insistió en que «necesitamos sumar puntos ya para salir de la última plaza en la que nos encontramos» para sentenciar que «para cualquiera es muy incómodo mirar la clasificación y ver que estamos allí abajo».

Campano, que a penas está entrando en los planes de Benito Floro, antepone los intereses del equipo a los suyos propios y destaca que «es cierto que apenas he jugado, pero mi situación personal es lo que menos importa. Está claro que me gustaría que el técnico me diese una explicación, pero si él no lo considera conveniente, no hay nada que objetar». De momento, y a pesar de los muchos cambios que está haciendo el técnico asturiano en el once semana a semana, el medio andaluz seguirá viendo los partidos desde la banda. El que si puede aparcar su condición de suplente de lujo es Andrija Delibasic. En la sesión preparatoria de ayer, Floro volvió a ensayar con un equipo con Luis García y el serbio en la punta de lanza. Por lo que se ha podido dilucidar en los últimos ensayos, el ex de Murcia podría caer a la banda derecha para desarrollar funciones de extremo, mientra que el rocoso delantero balcánico se perfila como la tan ansiada referencia atacante del equipo para intentar noquear al Villarreal.