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Xisco Cruz|SAN SEBASTIÀN
El vestuario del Mallorca se niega a seguir deteriorándose. Sus jugadores entienden que esto no hecho más que comenzar y confían ciegamente en sus posibilidades de cara a salir del agujero en el que se encuentran anclados. Por eso, al abandonar Anoeta apelaban al orgullo colectivo para mitigar la crisis ante una de las semanas más incómodas del calendario y miraban hacia el colegiado para culpabilizarle de la derrota.

Luis García, que en el recinto donostiarra volvía a ejercer como el único argumento atacante del cuadro balear, atribuyó las causas de la derrota a la mala fortuna que se cebó ayer con el equipo. El delantero asturiano señalaba que «ni la fortuna nos acompaña porque en el primer tiempo y con 0-0 en el marcador hemos tenido una ocasión que se nos ha ido al palo. Después el árbitro entendió que había penalti cuando creo que Müller llega claramente a la pelota y en el segundo tiempo nos pasó más de lo mismo. Ante esto sólo hay que seguir trabajando y mirar al frente», apuntaba. El delantero insistía en que «empezamos muy bien hasta que nos hicieron el gol y nos vinimos atrás. Ya sabemos que esta Liga es muy complicada y que todos los equipos son muy peligrosos», finalizaba.

David Cortés fue uno de los protagonistas del tanto mallorquinista ya que fue el autor del centro que remataría Arango al fondo de la red. Pese a ello, el extremeño reconocía que «eso no sirve de nada y no me voy a consolar con haber dado el pase, porque ni siquiera hemos empatado». El lateral afirmaba que «hemos empezado muy bien el encuentro, pero una jugada tonta como ha sido la del penalti nos ha obligado a ir a remolque como en casi todos los partidos». En lo que respecta a esa polémica jugada, Cortés destacó que «no ha sido penalti y estoy seguro porque estaba delante. Es una tontería quejarse ahora porque ya no hay vuelta atrás, pero ya se verá en televisión que ha sido otro error que nos ha costado tres puntos». El carrilero no se mostró sin embargo muy preocupado por la marcha que ha tomado el Mallorca. «Estamos fuertes y hay que saber vivir arriba y abajo. Debemos apoyarnos entre todos y aislarnos de todo lo que nos rodea».

Jesús Perera saltó al césped de Anoeta con la misión de equilibrar el encuentro, pero apenas dispuso de minutos para exponer su juego. Pese a ello, evitó entrar en polémicas con Benito Floro y no hizo ninguna mención a su tardía salida al terreno de juego. «He intentado aprovechar mi ocasión, pero cuando las cosas salen mal parece que todo es negativo. Yo no soy nadie para decir quien tiene que hacer los cambios y si me toca salir faltando dos minutos para el final o veinte es lo mismo. Tengo que intentar hacerlo lo mejor que sé y tratar de hacer gol». El delantero recordaba que «cuando no se gana todas las semanas son complicadas y esta semana tenemos además un partido muy importante en medio de dos jornadas. El vestuario siempre ha estado muy unido, pero las derrotas duelen».

Campano, satisfecho
Campano fue la gran novedad en la alineación que dispuso Floro, aunque su presencia en el campo tampoco resultó ser el revulsivo esperado. El andaluz aseguraba al término del encuentro que «nos vamos con la cabeza alta porque hemos hecho el trabajo bien y hemos intentado hacer todo lo posible. Ha habido ocasiones para los dos equipos pero ellos han tenido la fortuna de marcar y de que les señalasen un penalti que desde mi punto de vista es injusto». Para el sevillano, «la gente en el vestuario está muy bien porque sabemos el trabajo que realizamos y estamos convencidos de que pronto dará sus frutos».

Lesión de Müller
El central suizo tuvo que retirarse en el ecuador del primer tiempo por unos problemas en su muslo izquierdo. Müller, que cometió penalti sobre Kovacevic a los diez minutos de partido, podría estar algunas semanas alejado de los terrenos de juego.