Montoya, que salió desde la primera fila, se exhibió en
Interlagos, en una prueba que dominó con claridad y en la que logró
la cuarta victoria de su carrera en Fórmula Uno, después de las que
logró en Monza (Italia), en 2001; y las de Mónaco y Hockenheim
(Alemania), en 2003.
Se impuso por delante del finlandés Kimi Raikkonen, que será su
compañero el año próximo en la McLaren-Mercedes; y del brasileño
Rubens Barrichello, que firmó la pole por segundo año consecutivo
y, si bien no pudo ganar, al menos rompió el maleficio que le
acompañó durante las diez ediciones anteriores, en las que no pudo
acabar en el circuito de su ciudad natal.
Alonso firmó el «doble cuarto» al acabar en esa posición en la
carrera y en el Mundial de pilotos, después de superar en carrera a
su «amigo» Ralf Schumacher, que también se despide de la Williams,
y al japonés Takuma Sato (BAR-Honda); antes de retener por detrás,
durante casi veinte vueltas con las ruedas delanteras desgastadas,
al alemán y al nipón, que concluyeron quinto y sexto; y al séptuple
campeón mundial Michael Schumacher (Ferrari), que ayer se conformó
con la séptima plaza.
Alonso salió desde la cuarta fila, a la que accedió a pesar de
haber logrado el noveno mejor tiempo en la calificación del sábado.
Schumacher, que desde Spa (Bélgica) ya era por séptima vez campeón
del mundo, fue protagonista el sábado, esta vez de forma negativa,
ya que sufrió un accidente en la sexta curva, que le obligó a
disputar la calificación con el coche reserva o «muleto», lo que
implica la pérdida de diez puestos en la formación de salida.
«Schumi» había marcado el octavo crono y hubiera salido junto a
su hermano Ralf, que fue con quien finalmente compartió fila un
Alonso que no puede ver ni en pintura al «hermanísimo» de la F-1 y
que disfrutó de lo lindo adelantándole y manteniéndole detrás.
Alonso comenzó a marcar vueltas rápidas, tomó el mando de la
prueba en la octava y fue líder hasta la décima octava, en la que
entró en el garaje la primera de las dos veces que lo hizo durante
de la carrera y salió de nuevo a pista el sexto. Por detrás se le
aproximaba como un tiro el bólido de Montoya, que tomó el liderato
tras la parada del español y ya sólo lo cedió tras su segunda
parada -durante una vuelta, la 29- y tras la tercera -durante
cinco, de la 51 a la 55- a su futuro compañero Kimi.
Algo antes, después de rebasarse el ecuador de la prueba, tras
el giro 36, Montoya era líder, con 5'3 segundos sobre Raikkonen y
16.8 respecto a Fernando, que llevaba a Ralf ocho décimas
detrás.
Al ir bajando el nivel combustible, aumentaba la velocidad del
Renault de Alonso, que empezaba a despegarse de Ralf, antes de
entrar en boxes por segunda vez en la vuelta 47, parada que le bajó
de nuevo al séptimo puesto.
El menor de los Schumacher hizo su tercera entrada en el garaje
un giro más tarde y en la primera curva de la vuelta 52 le superó
un Alonso que volvió a ser magistral cuando superó tras la salida
del 'pit-lane', y por fuera, a Sato, después de la tercera parada
del nipón, en la 54.
A partir de ahí, conservó con maestría la cuarta plaza,
manteniendo por detrás a Ralf, a Sato y a «Schumi».
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