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REAL MADRID 79
UNICAJA MÀLAGA 71

REAL MADRID (23+12+17+27): Sonko (6), Bullock (25), Gelabale (13), Fotsis (10), Bueno (5) -cinco inicial-, Herreros (5), Reyes (4), Stojic (0), Hervelle (2) y Burke (9).

UNICAJA MÀLAGA (21+17+16+17): Sánchez (0), Bremer (11), Risacher (16), Einikis (2), Garbajosa (8) -cinco inicial-, Cabezas (8), Vázquez (15), Rodríguez (0), Pietrus (5) y Herrmann (2).

Àrbitros: De la Maza, Pérez Pizarro y Rosado. Sin eliminados.

Jorge Muñoz|MADRID

El estadounidense Louis Bullock cumplió con su fama y su deber de hombre para los finales apretados en una noche clave para el Real Madrid, su nuevo equipo, y el Unicaja de Málaga, su anterior escuadra en la Liga ACB, a la que no tuvo más remedio que apartar de la senda del triunfo para sostener la inmaculada trayectoria de los blancos en la competición regular, en la que comparten el liderato en compañía del Etosa Alicante, que también salió airoso de su paso por la cancha del Bilbao.

Dos rachas ganadoras frente a frente, y Sergio Scariolo en el banquillo malagueño, aportando una dosis de morbo al partido. Las pizarras dieron equilibrio. El rigor estratégico no impidió que el primer cuarto conviviesen defensas serias con ataques afinados. Un poco mejor los blancos frente al aro, abrieron una brecha (23-14 minuto 8) que el Unicaja se apresuró a suturar con un tiempo muerto y el primer vuelco al juego con la entrada de Fran Vázquez, uno de los hombres de la ACB seguidos desde el otro lado del Atlántico por los ojeadores de la NBA en Europa.

El pívot gallego cambió las tornas. Aportó siete puntos en un parcial de 2-10 (25-29 m.14) y abrió el baúl de las complicaciones para el Madrid, que buscó el vestuario a remolque del equipo andaluz ansioso por encontrar una mayor claridad de ideas (35-38). El Unicaja, sin embargo, rezumaba concentración. En el tercer cuarto volvió a arrancar con fuerza (37-44 m.24) fiado a Cabezas, Vázquez y Jorge Garbajosa y a un perímetro con Bremer y Risacher que multiplicaba los puntos de atención a los que debía prestar atención el Real Madrid.

Un amigo de la casa malagueña, Louis Bullock, había aguardado pacientemente ese escenario para exhibir poderes. El norteamericano, enfrentado a su ex equipo por primera vez, dio carpetazo al choque con una naturalidad asombrosa, le sobró tiempo. La tanda del base estadounidense produjo siete puntos en un santiamén y, con otros tres de Antonio Bueno, apuntilló la victoria madridista (73-64 m.38). El Madrid no cede. Nueve de nueve. El Unicaja perdió, pero esta temporada dará que hablar. Seguro. Por ello se ha reforzado a conciencia y ha conformado una plantilla cargada de argumentos para luchar por alguno de los títulos a los que aspira. Aunque de momento, las cosas no acaban de funcionar. Todo es cuestión de tiempo, aunque éste a veces es el peor enemigo de los técnicos y los propios jugadores.