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Año olímpico y período de reflexión en el deporte español. Y en consecuencia, en el balear. La cita con las urnas para perfilar la composición de las federaciones territoriales se dilatará hasta bien entrado el año 2005, pero el panorama no permite observar cambios radicales. A estas alturas, el grueso de los entes federativos ha cerrado el proceso, o se encuentra en vías de la aprobación definitiva por parte del Govern. Los más poderosos dan los últimos pasos, y las papeletas no ofrecen margen para las dudas.

A excepción de Miquel Bestard, que irrumpe en la presidencia de la Federación Balear de Fútbol y pone fin a un período de incertidumbre generado por la inhabilitación de Antonio Borrás del Barrio y su junta, el resto de federaciones sigue con los mismos rostros al frente y las líneas de actuación claramente marcadas. Bestard se impuso a Mateu Calatà y Pep Domènech, y junto a Jimmy Amengual, quien debió competir con Francisco Javier Aguado por la presidencia en la Federació de Tennis de les Illes Balears, es el único que ha hallado seria resistencia.

En el caso de la Federació de Bàsquet de les Illes Balears, Jaume Estarellas será proclamado presidente a principios del mes de diciembre, y con él se mantiene la línea ascendente que el deporte de la canasta ha experimentado en los últimos años. Otra de las más numerosas federaciones, la de petanca, volverá a contar con Aina Sastre al frente. La historia se repite, al igual que hace más de dos décadas, en el patinaje. Sebastià Rico, el más veterano dirigente -24 años le avalan- fue elegido ayer, al igual que Santi Andreu, que repite al frente del ajedrez de las Islas tras un período en el que este deporte ha ganado un enorme protagonismo.