Si la final de Copa Davis comenzara hoy la eliminatoria alcanzaría
unas dimensiones históricas irrepetibles para el tenis mallorquín.
Rafael Nadal acompañaría a Carlos Moyà y se mediría a Andy Roddick
en uno de los individuales del primer día. Juan Carlos Ferrero, a
priori el encargado de jugar los singles junto al palmesano, no ha
encontrado su mejor nivel tras cinco días de concentración en
Sevilla y las ampollas de su mano le siguen molestando para sujetar
la raqueta con fuerza. A un día para tener que hacer oficial el
equipo -mañana jueves es el sorteo-, el G-3 continúa dudando,
aunque todo apunta a que el valenciano tendrá la última palabra.
Jordi Arrese, Juan Avendaño y Josep Perlas tenían un plan
preconcebido para la afrontar la final ante Estados Unidos. Su
apuesta era la más lógica. Alinear a los dos campeones de Roland
Garros del equipo, Carlos Moyà y Juan Carlos Ferrero, para los
individuales y poner a la pareja con mayor proyección del tenis
español, Rafael Nadal y Tommy Robredo, para el punto de dobles.
Pero el G-3 se ha encontrado con dos factores que pueden trastocar
sus planes. El valenciano todavía no ha firmado un buen
entrenamiento desde que aterrizó en La Cartuja -ayer por la tarde
mejoró sensiblemente, pero la trayectoria de sus primeros días es
preocupante- y el manacorí vuelve a ser una apisonadora.
Contrariamente a lo que ha venido siendo habitual en las
concentraciones precedentes, los capitanes todavía no han anunciado
a los tenistas el equipo en el que van a confiar -normalmente lo
hacen el lunes-. Sólo hay una duda: enfrentar a Andy Roddick con
Juan Carlos Ferrero o con Rafael Nadal el viernes. Todo apunta a
que la decisión final la tomarán tras el entrenamiento de hoy. Juan
Carlos Ferrero tiene que demostrar que la leve mejoría que sufrió
su juego en la jornada vespertina de ayer -por la mañana no se
entrenó- continúa en progresión y que su mano, que parece estar
respondiendo al tratamiento que le está aplicando el doctor Angel
Ruiz Cotorro, está completamente recuperada para afrontar un
partido que se prevé muy largo y duro. Afortunadamente para los
intereses del equipo español, el G-3 tiene un as en la manga:
Rafael Nadal. El héroe de Brno y Alicante se crece cuando llega la
Copa Davis. Su garra y caracter ganador en la pista le convierten
en el jugador idóneo para esta competición y durante esta semana
está sonrojando a todo el que se pone al otro lado de la red.
Juan Carlos Ferrero ha asegurado en las primeras jornadas de
entrenamiento en el Estadio Olímpico de La Cartuja que será sincero
consigo mismo y con el equipo y que si no está al cien por cien de
sus posibilidades se autodescartará. Además el valenciano está
conviviendo con un precedente muy doloroso. En la final del año
pasado disputada en Melbourne quiso jugar pese a que sus
condiciones no eran óptimas. Tenía molestias y España acarió
contrapronóstico la Ensaladera pese a jugar en Australia y sobre
hierba. Moyà ganó a Philippoussis, pero Ferrero pinchó en sus dos
partidos (contra Hewitt y contra el propio Philippoussis) en el
quinto set cuando parecía que tenía ambos encuentros ganados.
Aconsejado por los capitanes españoles, Rafael Nadal está preparado
mentalmente para disputar el viernes el individual frente a Andy
Roddick. De hecho, el manacorí probablemente sea el peor rival que
podría encontrarse en el equipo español el primer día de
competición. El caracter combativo del mallorquín en la pista le
obligaría a concetar demasiados golpes ganadores para conseguir un
punto ya que la arcilla aminora la velocidad de la pelota. Cansar
el brazo de Roddick, sin renunciar además a la victoria en el
primer día de competición, podría ser una táctica muy productiva
pensando en un más que probable partido decisivo el domingo frente
a Moyà. Si Rafael Nadal es el comodín del G-3, Carlos Moyà es una
garantía. Lleva un año anunciando que su gran objetivo es alzar la
Ensaladera y en Sevilla está entrenando a un nivel sobresaliente.
Su pelota viaja muy deprisa y se está mostrando intratable. En un
partido a dos sets tan solo dejó que Ferrero sumara tres juegos y
su motivación va creciendo a medida que se acerca el 3 de
diciembre. Los capitanes cuentan con sus dos puntos y a él no le
preocupa demasiado si el viernes se medirá a Fish o a Spadea.
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