Cabe recordar que la propuesta en favor de otorgarle a Moyà la
distinción citada fue aprobada en una sesión extraordinaria
celebrada el pasado miércoles en el Consistorio, con los votos
afirmativos del PP, el PSOE y el PSM-EN. Dicho pleno debería haber
sido de trámite, pero la ausencia de EU-EV en el mismo fue objeto
de polémica. El portavoz de la coalición rojiverde había anunciado
poco antes de la celebración de dicha sesión que su grupo no
acudiría a la misma, al considerar que «la tributación fiscal en
Suiza de Carlos Moyà sería un obstáculo infranqueable para
otorgarle la Medalla d'Or de la ciudad». Grosske añadió que una vez
concluido el expediente iniciado esta semana, EU-EV condicionaría
su voto final «a la aclaración de esta cuestión».
La actitud de Grosske de no acudir al pleno fue muy duramente
criticada por el portavoz del PSOE, Antoni Roig, por el portavoz
del PSM-EN, Pere Muñoz, y por el propio Duran.
Decisión
El tenista mallorquín, reciente ganador de la Copa Davis, restó
importancia el pasado jueves a la polémica surgida. Moyà confirmó
también su intención de, en principio, acudir a recoger
personalmente la más alta distinción de la ciudad de Palma el
próximo 31 de diciembre, fecha en que se entregará también la
citada medalla al político socialista Gabriel Juan, a la Societat
Arqueològica Lul.liana y -a título póstumo- al alcalde de Palma
entre 1976 y 1979, Paulí Buchens.
El tenista añadió que le hacía mucha ilusión el reconocimiento
que quiere hacerle el Consistorio, y dijo que si el resto de
fuerzas políticas estaban a favor de concederle la medalla, con
independencia de la actitud de EU-EV, él se sentía agradecido por
ello.
Por su parte, Duran dijo ayer que «Grosske utiliza unos modos de
hacer política que ningún grupo emplea en el Consistorio», y añadió
que, en su opinión, en esta ocasión el portavoz de la coalición
rojiverde «se ha pasado».
El portavoz del PP afirmó que Grosske está utilizando para hacer
política «a una persona que nada tiene que ver con ella y que se ha
visto envuelta en una polémica que no se merece de ningún modo».
Duran dijo que el deseo del equipo de gobierno era conseguir el
máximo consenso institucional en una ocasión como ésta, «pero por
culpa de Grosske no ha sido posible», concluyó.
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