Pese a que el ciclón Okubo ha monopolizado la actualidad
mallorquinista en las últimas horas, el calendario de la Liga sigue
devorando jornadas y le ha reservado al equipo de Cúper una nueva
reválida diseñada para acelerar su crecimiento. Son Moix asistirá
esta tarde (17.00 horas) a un nuevo chequeo del conjunto isleño,
esta vez frente a un Osasuna que historicamente siempre ha
encallado en sus visitas a Palma. Los locales, de nuevo con el
crédito bajo mínimos tras su frenazo en Montjuic, afrontan la cita
con la exigencia de blindar una victoria que le permitiría dar un
paso hacia la tranquilidad.
Explicaba Cúper tras le derrota ante el Espanyol que su equipo
se ha acostumbrado a dar un paso adelante que normalmente viene
acompañado de medio hacia atrás y siguiendo ese guión, hoy debería
concederse un nuevo respiro gracias a un resultado positivo.
Enterrado definitivamente el maleficio de Son Moix a costa del
Numancia, el Mallorca tendría que haberse sacudido ya la presión
que le suponía jugar como local y eso tiene que trasladarse al
terreno de juego. Por si acaso, Cúper no se ha quedado cruzado de
brazos y ha comenzado a estudiar algunas alternativas para
maquillar la fisonomía de su grupo sobre el césped.
El principal perjudicado por los movimientos será Jorge López,
que la pasada semana cuajó uno de sus peores encuentros desde que
está en la Isla y que lo pagará con el banquillo. Todo indica que
su puesto en la banda derecha del centro del campo será para
Alejandro Campano, un hombre que este año apenas ha disfrutado de
la titularidad, pero que siempre ha respondido cuando ha sido
necesaria su intervención.
Si el técnico oficializa esa variante, la brújula del centro del
campo seguirá en manos de Farinós y Pereyra. El resto de la
formación guardará las características de la última jornada porque
Cúper renovará su confianza en los habituales. Fuera de la
convocatoria se quedan Nadal y Marcos Vales, que siguen muy
apartados de los planes del entrenador.
Estadística favorable
La estadística delata que los cruces ante Osasuna siempre han sido
favorables al Mallorca, ya que los navarros siempre han menguado en
su rendimiento a la hora de desplazarse a la Isla, donde nunca han
ganado en la máxima categoría del fútbol nacional. El encuentro de
hoy será además el último que se dispute en Son Moix en 2004 y el
equipo insular tratará de cerrar de la mejor forma posible un año
especialmente negro en sus actuaciones como anfitrión.
La plantilla de Osasuna aterrizó ayer en Palma dispuesta a
quebrar su mala racha como visitante. Su técnico, Javier Aguirre,
sólo tiene previsto introducir un cambio en el equipo titular
respecto al once que empató contra el Zaragoza la pasada jornada en
El Sadar. El entrenador mexicano dará entrada al internacional
uruguayo Pablo García en sustitución del canterano Iñaki Muñoz, que
se cae del once pese a que llevaba cuatro partidos consecutivos
siendo titular. El charrúa en cambio, regresa al once inicial
después de cumplir un partido de sanción por haber sido expulsado
en el Calderón.
Quienes no entraron finalmente en la lista del azteca fueron el
lateral José Izquierdo y el delantero Savo Milosevic. Ambos
acumulan varias semanas en el dique seco por lesión y Aguirre
entiende que no se encuentran al cien por cien para vestirse de
corto en Son Moix.
El hecho de no haber ganado nunca en Ciutat supone todo un
desafío para los navarros, tal y como subrayó ayer su entrenador:
«Nunca habíamos ganando en Coruña y, curiosamente, esta temporada
ha sido nuestra única victoria a domicilio», destaca. Para Aguirre,
«en el Mallorca se nota el sello de Héctor Cúper porque es un
equipo al que no es fácil hacerle gol. En su campo no están bien y
lo podemos aprovechar para romper la estadística», concluye.
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