El japonés Yoshito Okubo, cabeceando un balón el día de su presentación.

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El Real Mallorca está rastreando el mercado en busca de algo que le permita amortiguar su caída libre. La pésima situación deportiva del equipo y la falta de efectivos que presenta el vestuario rojillo hacen obligatorio recurrir al plazo invernal para mejorar las prestaciones de la plantilla. De momento, el club tiene anotados en su agenda varios nombres interesantes, pero las dificultades para obtener un refuerzo de garantías en estas fechas son mucho mayores y las posibilidades son muy limitadas.

La entidad balear fue una de las primeras en mover pieza y empezó a acicalar su delantera concretando los fichajes de Yoshito Okubo y Fernando Correa, sobre quienes se han depositado por el momento casi todas las esperanzas de mejoría del equipo. Con estas dos llegadas, el cuadro isleño solventará el déficit atacante que padece -los únicos tres puntas del equipo son Delibasic, Perera y Luis García-, pero está por comprobar cual es el rendimiento que ofrecen ambos futbolistas y si el de la falta de pólvora es el único problema que sacude ahora mismo al conjunto isleño.

Una vez atendida la parcela más ofensiva del terreno de juego, el Mallorca precisa ahora darle más volumen al centro del campo, donde se acumulan la mayoría de las dudas que asolan a la formación isleña. Para tapar todos los agujeros que han aparecido en esa franja, el Mallorca podría recurrir al fútbol argentino, en el que siempre ha hallado un punto de apoyo importante cuando eran necesarias las soluciones de urgencia. En ese sentido, el regreso de Cúper va a jugar un papel determinante porque el técnico de Chabas conoce a la perfección el fútbol de su país y puede avalar la llegada de algunos jugadores.