Las calles de la Ciudad Condal se volvían a llenar ayer de miles de
aficionados que se agolparon tanto en la Plaza de España como en el
resto de calles por donde la gran caravana del rally
Barcelona-Dakar ha realizaba su recorrido hacia Granada, adonde
llegó en la tarde-noche de ayer para tomar rumbo hacia el
continente africano.
Esta segunda etapa, de enlace (920 kilómetros) entre Barcelona y
Granada por autopista, tuvo un pequeño recorrido por numerosas
calles de la Ciudad Condal y posteriormente los participantes
emprendían dirección hacia Castellón donde toda la caravana estaba
obligada a pasar un control horario.
Este era el segundo día de carrera, después de la etapa especial
de cuatro kilómetros que se celebró el pasado viernes en las playas
de Castelldefels (Barcelona), donde un numerosísimo público bloqueó
por completo la localidad costera al sur de la Ciudad Condal.
A la expectación creada por la primera puesta en escena de los
competidores le acompañó el desánimo de ver cómo muchas
motocicletas no podían ofrecer el máximo de su espectacularidad
debido a que quedaron encalladas en la arena, lo que dificultó
mucho el recorrido de éstas.
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