El tenista ilerdense, que como el resto de jugadores afina su
puesta a punto para el primer Grand Slam de la temporada en
Melburne, el Abierto de Australia, rentabilizó la fatiga de su
veterano adversario, que agotado por el cansancio descartó seguir
en la pista cuando perdía por 6-2 y 3-0.
Costa, ganador de Roland Garros en 2002 pero ahora desplazado
hasta el puesto 52 de la clasificación mundial, ha comenzado con
solvencia su campaña. Tras ganar a su compatriota David Sánchez y
al suizo Marcc Chiudinelli, y solventar el duelo contra Santoro,
aguarda al croata Ivan Ljubicic para alcanzar la final.
Ljubicic, sexto favorito, será su adversario en las semifinales
después de imponerse a otro español: Rafael Nadal. El servicio del
croata fue un seguro de vida para su tenis y un calvario para el de
Manacor, que se vio desarbolado en el primer parcial (6-2).
La ausencia de efectividad en el saque de Ljubicic en el segundo
set levantó al español, que igualó el partido en el tie break. Sin
embargo, el croata, 21 en el ránking de la ATP, recuperó la
seguridad del servicio en el set definitivo, que ganó por 6-3.
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