TW
0

La portería del Real Mallorca se ha convertido en el presente curso en un preocupante foco de lesiones. Las batas blancas no desaparecen de un puesto castigado por el infortunio desde que arrancó el torneo y que ayer confirmó la pérdida de uno de sus inquilinos habituales, el holandés Sander Westerveld. Lesionado en la sesión vespertina del pasado jueves, la resonancia magnética confirmó los peores augurios. Los resultados confirmaron un esguince en el ligamento colateral interno de su rodilla derecha que le mantendrá las próximas cuatro semanas en la enfermería. La baja de Westerveld, que fue titular el pasado domingo ante el Deportivo, quedó en parte amortiguada por la recuperación del portero mallorquín Miquel Angel Moyà, lesionado desde la última semana de 2004 y que reaparecerá mañana en el estadio Manuel Ruiz de Lopera.

Moyà arrancó el curso como propietario de la meta mallorquina. A pesar del empeño de Floro en contratar a un tercer portero, el técnico asturiano le entregó la condición de titular al joven portero de Binissalem. A pesar de la irregularidad del bloque, la figura de Moyà emergía entre la mediocridad. Sus actuaciones, con paradas terminales en los últimos minutos de algunos partidos, fueron acogidas con elogio por la crítica. Pero en las vísperas del primer partido con Héctor Cúper, el infortunio se cebó con él. Moyà sufrió una rotura fibrilar que le abrió la titularidad a Westerveld. El holandés se adueñó de la meta balear en las cinco primeras jornadas dirigidas por el de Chabas, un tramo de torneo que arrojó unos números que invitaban al optimismo: dos victorias, dos empates y sólo una derrota. A mediados de diciembre, Miquel Angel Moyà recuperó su sitio.

Los errores encadenados por Sander ante Valencia y Osasuna propiciaron su regreso al anonimato. El mallorquín se situó bajo los palos ante Espanyol, Osasuna y Athletic, tres partidos saldados con derrota. Moyà cerró el año con una lesión en un dedo de una mano, a la que se sumó un cuadro gripal, que le impidió firmar la primera convocatoria de 2005. Mañana, ante el Betis, Ahora, con Westerveld de baja, Moyà vuelve al once con la intención de voltear la estadística -sólo ha ganado un partido con el Mallorca, en Getafe- y saborear su segunda victoria del torneo. El centrocampista uruguayo, que ayer fue el árbitro improvisado en el partidillo de entrenamientos, arrastra una elongación muscular posterior en la pierna izquierda que le convierte en seria duda para el encuentro de mañana. Héctor Cúper, no obstante, confía en poder contar con el concurso del pivote charrúa, que cuajó un buen debut el pasado domingo.