Rod Laver fue uno de los jugadores más importantes de la década de
los sesenta. En 1962 y 1969 ganó el Grand Slam (la misma temporada
venció en el Open de Australia, Roland Garros, Wimbledon y Open
USA) y sumó un total de once grandes. Su condición de australiano
convenció a los responsables de la federación de las Antípodas para
ponerle su nombre a la pista central del Melbourne Park, el
escenario que han elegido Carlos Moyà y Rafael Nadal para
protagonizar la primera gesta de 2005.
Carlos Moyà y Rafael Nadal demostraron en Sevilla que les van
las grandes citas. Sus victorias en la final de la Copa Davis
fueron épicas, pero llevan más de un mes preparando esta cita. El
Open de Australia es el gran objetivo del comienzo del curso y el
sorteo ha deparado una suerte dispar para los jugadores
mallorquines. El palmesano, quinto cabeza de serie, debutará ante
Guillermo García López, un tenista español que ha accedido al
cuadro final procedente de la fase previa y al que ya se midió en
el Torneo de Chennai. Hace quince días Moyà ganó en el tie break
del tercer set, aunque en el encuentro de hoy (juegan en el tercer
turno de la pista Vodafone Arena, aproximadamente a las cuatro de
la madrugada hora española) se prevé una victoria más sencilla.
Si supera a García López, Moyà se enfrentará en segunda ronda al
ganador del duelo entre Kevin Kim y Hyung Taik Lee. En tercera
ronda el cuadro se complica: Max Mirnyi, Agustín Calleri o Thomas
Johansson pueden ser sus rivales. Si lograra alcanzar los octavos
de final, su previsible adversario sería Dominik Hrbaty o Gastón
Gaudio, mientras que los nombres que suenan para unos hipotéticos
cuartos son Marat Safin, Mario Ancic, Nicolas Kiefer y Tommy Haas.
Si supera todos estos escollos, Roger Federer, el número uno del
mundo, le esperaría en semifinales.
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