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El gesto de Héctor Cúper conservaba los rasgos de las últimas semanas después de que el Real Madrid le arruinara una nueva jornada del campeonato. Los goles de sus compatriotas Samuel y Solari impidieron que el Mallorca regrese hoy a la Isla con algo positivo bajo el brazo y eso, en la situación en la que se encuentra el equipo bermellón, puede tener unas consecuencias catastróficas. Aún así, el argentino entiende que la verdadera liga del Mallorca empieza ante el Getafe y tratará de canalizar los progresos del equipo hacia las tres próximas jornadas, que han adquirido una trascendencia brutal. Cúper explicaba ayer tras el partido que el principio del fin del Mallorca empezó a gestarse tras la expulsión de Iuliano. «En ese momento empezó a complicarse todo, aunque antes ya se nos había puesto cuesta arriba. No en defensa, pero si para salir con peligro al contragolpe porque nos encontrábamos en una situación muy desfavorable. Esa jugada, que viene de una pérdida increíble en ataque, rompió el partido porque tuvimos que quitar un atacante del campo y era muy difícil llegar a la portería contraria». Pese a ello, Cúper insistió en que «nos vamos con amargura, pero el equipo ha mejorado mucho con respecto a otras actuaciones anteriores». El entrenador rojillo cree que hasta la expulsión del italiano su grupo estaba dando la cara. «Estábamos haciendo un trabajo serio y bueno, teniendo en cuenta que estábamos en el Bernabéu y frente al Real Madrid. Tal vez este no fuera el partido indicado para salir adelante, pero aún así estuvimos bien el algunos momentos».

El técnico del Mallorca destacaba que en un fase del partido, «al Madrid le estaba costando mucho. Les obligamos a tirar centros desde las bandas y ahí no sufrimos. Pero desde el momento en el que nos quedamos con diez hombres todo ha sido mucho más difícil. El esfuerzo que teníamos que realizar era enorme y eso nos limitó». Cúper habló posteriormente de lo que le espera a partir de ahora a su plantilla. «Tenemos tres partidos por delante (Getafe, Málaga y Albacete) que nos deberían suponer una motivación doble porque cada vez queda menos tiempo. Tenemos la obligación de puntuar porque son encuentros de puntuación doble», señalaba el de Chabas. Cada vez nos queda menos y este equipo tiene que empezar a ganar. No hace tan mal las cosas para no ganar un partido», matizó.

Antes de finalizar su discurso Cúper se refirió al delantero argentino Bernardo Romeo, que disputó su segundo partido como bermellón aunque sigue sin poder estrenarse como goleador. «El problema es que no tenemos tiempo para que se adapte porque tenemos muchas urgencias. En cualquier caso se le ve diferente. Tanto en la forma de moverse como a la hora de dirigirse a sus compañeros», concluyó. Por su parte, Vanderlei Luxemburgo, técnico brasileño del Real Madrid, dejó claro en rueda de prensa posterior al partido, que no tiene que dar explicaciones ni a Ronaldo por el cambio, ni a Guti por su suplencia, y afirmó que «si se enfada Ronaldo es problema suyo». «Pregunten a los jugadores si están contentos o enfadados. No pasa nada porque decida a quien tengo que cambiar. Si se enfada Ronaldo es problema suyo. Decido quitarle porque con 2-1, con Owen en la cancha, recompongo mi equipo y me puede dar lo mismo que Ronaldo estando más fresco», explicó.