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Amador Pons / Miguel Luengo
Convertirse en el jugador más joven que ha levantado la Copa Davis no ha disminuido la ambición de Rafael Nadal, más bien todo lo contrario. El tenista manacorí ha comenzado el curso 2005 mostrando una motivación excepcional, que le ha permitido levantar el primer título de la temporada y alcanzar por primera vez en su carrera deportiva la segunda semana de un Grand Slam. Rafael Nadal acostumbra a marcarse metas a corto plazo para alcanzar un gran objetivo. Quiere situarse entre los quince mejores jugadores del mundo cuando finalice la temporada y sus números le pedían doscientos puntos en la gira por las Antípodas. Los cuartos de final en Doha, la primera ronda en Auckland y los octavos de final en Melbourne -al cierre de esta edición no se conocía el resultado de su partido ante Hewitt- le han permitido superar esa barrera (210 puntos), pero lo más positivo es que gran parte de este botín lo ha conseguido en el Grand Slam lo que le beneficia considerablemente -en la Carrera de Campeones se suman los puntos logrados en los cuatro Grand Slams en los nueve Masters Series y en los cinco mejores resultados del resto de torneos- en su objetivo de escalar en la clasificación. Además en estos tres torneos ya ha sumado el primer título del año; ganó en Doha el dobles formando pareja con Albert Costa.

En el primer mes del curso 2005 Rafael Nadal ha demostrado que le van las grandes citas. Está rindiendo en el Open de Australia, uno de los cuatro torneos más importantes del año, lo que le ha permitido licenciarse como una de las mejores raquetas del circuito y la más importante del tenis español. Es el único jugador que ha logrado clasificarse para octavos, lo que unido a su protagonismo en la consecución de la Copa Davis el año pasado y el anuncio de Carlos Moyà de descan- sar de la competición por equipos esta temporada, le convierte en el número uno del equipo español. En la primera eliminatoria que el equipo nacional disputará en Eslovaquia va a tener un papel protagonista y, de acuerdo a los resultados que se están produciendo, probablemente tenga que disputar los individuales y el dobles.

Hoy, Rafael Nadal se mide (no antes de las cinco de la madrugada del domingo al lunes) a Lleyton Hewitt, el ídolo local. El tenista australiano advirtió en las horas previas al partido que emanacorí es un jugador muy peligroso y que su aportación en la final de la Copa Davis o su victoria ante Roger Federer del año pasado le acreditan como un adversario a tener en cuenta. El sueco Joachim Johansson puso al americano Andre Agassi al límite, disparó 51 aces, nuevo récord mundial en un partido, pero no fue capaz de superar al de Las Vegas, en busca de su quinto título en el Open de Australia, donde ahora se medirá con el suizo Roger Federer en cuartos. Apoyado en sus 198 centímetros, Johansson martirizó a Agassi con su servicio, pero el estadounidense demostró que a sus 34 años sigue siendo uno de los mejores restadores del circuito, para neutralizar al sueco y vencerle por 6-7 (4), 7-6 (5), 7-6 (3) y 6-4 en dos horas y 38 minutos.