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F.C. BARCELONA 63
TELENORD S'ARENAL 67

F.C. BARCELONA (12+19+22+10):Guillem Palou (2), M. Fernández (7), Albert Moncasí (10), Ramón Espuña (18), X. Rey (2), -cinco inicial- Sergi Pérez (5), Iván García (8), X. Forcada (4) y Albert Fontet (7).

16 de 36 en tiros de dos puntos, 6 de 24 en triples y 13 de 33 en tiros libres. 46 rebotes (28 defensivos y 18 ofensivos) y 29 faltas personales.

TELENORD S'ARENAL (14+17+11+25): Dan Comas (4), Toni Jiménez (10), Saulo Hernández (8), David Ortega (23), Pablo Esmorís (10), -cinco inicial- Thomas Tripp (5), Jesús García (0), Kiko Ramón (0) e Isaac Cruz (7).

19 de 37 en tiros de dos puntos, 3 de 18 en triples y 20 de 33 en tiros libres. 40 rebotes (34 defensivos y 6 ofensivos) y 26 faltas personales.

Àrbitros: Navarro Martínez y Lacasta Bergua. Eliminaron por cinco faltas personales a los locales Espuña, Iván García y Fontet.

Jordi Torra|BARCELONA

El Telenord s'Arenal obtuvo una victoria trascendental en su visita al Palau Blaugrana-2. Los de Toni Forteza se mostraron siempre muy agresivos en su juego, con un David Ortega colosal bajo los tableros, y que fue sin lugar a dudas uno de los artífices de la victoria del cuadro de la Platja de Palma.

Los azulgranas salieron muy confiados a la pista, y sorprendidos por el enorme esfuerzo físico de los mallorquines, acabaron capitulando. En el primer cuarto, el equilibrio fue una de las constantes, pero al final de los primeros diez minutos, el electrónico reflejaba un 12-14 a favor del Telenord Arenal.

En la segunda manga, el Barça reaccionó levemente, pero el rebote seguía siendo una de las asignaturas pendientes de los catalanes. En el tercer cuarto, el Barcelona hacía valer su calidad individual para evitar que los de Forteza se marcharan en el marcador. En el último período, el Barcelona no pudo aguantar el esfuerzo físico y la presión del Telenord hizo mella en el seno de los azulgranas, que perdonaron en exceso desde la línea de tiros libres. Así, el Telenord firmó un excpecional parcial de 10-25 que les da una buena inyección de moral en vistas a seguir soñando con la salvación, el objetivo de un Telenord que ofreció su mejor baloncesto para lograr una victoria épica en una cancha poco factible para gestas de este calibre.