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Pocos recordaban una jornada tan dura como la de ayer. La Challenge afrontaba un día histórico, plagado de alicientes. La ascensión al Mirador d'es Colomer, con el Port de Pollença como marco, suponía el primer final en alto de la carrera en casi tres lustros de vida y el pelotón velaba armas antes de la aparición de la montaña en el libro de ruta. Pero la lluvia, el viento y el frío quisieron convertirse en los peores compañeros de viaje del gran grupo, que contó por primera vez en la temporada con los cuatro profesionales mallorquines del Illes Balears. Parecía que debía ser el día de Colom y Valverde, pero al final fue el murciano el que salió mejor parado y, además de añadir una nueva victoria de etapa en la Challenge, agarra el liderato de la general con un importante margen de maniobra sobre sus perseguidores más inmediatos, Steven de Jongh (Rabobank) y David Muñoz (Comunidad Valenciana).

Miguel Àngel Cerrillo y Roberto Laiseka fueron los pioneros en una larga lista de abandonos que ha llevado a que sean 32 los corredores que optan al Gran Premio. Camino del Coll de Sóller, primera de las tres cotas puntuables de la jornada, se engendró la aventura más efectiva. Veintiuna unidades adquirieron una importante ventaja, que en las rampas del primer puerto se fue diluyendo. Entre ellos estaban Toni Tauler, Miquel Alzamora o Erik Zabel, que afrontaron el peligroso descenso hacia la Vall con todas las precauciones, pese a que el gran grupo no tardó en darles caza tras una criba que culminó en plena ascensión, aunque Tauler había cruzado en primera posición el Coll de Sóller, solidificando así su liderato de la general de la montaña.