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TAU VITORIA 77
REAL MADRID 80

TAU VITORIA (23+13+22+19): Calderón (6), Conley (0), Hansen (18), David (5), Splitter (7) -cinco inicial-, Scola (20), Macijauskas (19), Vidal (2) y Prigioni (0).

REAL MADRID (23+22+17+23): Sonko (2), Bullock (20), Gelabale (11), Fotsis (4), Burke (0) -cinco inicial-, Hervelle (0), Reyes (18), Bennett (16) y Herreros (9).

Àrbitros: Mitjana, Hierrezuelo y Conde. Excluyeron por personales a Sonko (m.39).

Jorge Muñoa|ZARAGOZA

Dos estadounidenses, Elmer Bennett y Louis Bullock, y dos españoles, Felipe Reyes y Alberto Herreros, tumbaron al Tau Vitoria y clasificaron al Real Madrid para jugar ante el Unicaja por un título que no consigue desde 1993. El primer cuarto discurrió entre el duelo anotador que mantuvieron Bullock y el también estadounidense Travis Hansen (diez puntos), pero había un detalle muy importante por encima de lo individual, que era la tensión del conjunto madridista, tan fuerte y tan veloz como el Tau, un equipo al que si algo distingue es la intensidad que imprime a su juego de principio a fin.

Los vascos echaban de menos la muñeca del lituano Arvidas Macijauskas a pesar del constante flujo de puntos que le suministraba Hansen. El alero báltico anotó su primer punto a los diecisiete minutos por medio de un tiro libre (32-37), su única ayuda realizadora al Tau durante los dos primeros cuartos. El Real Madrid encontró el respiro del intermedio con una cómoda renta (36-45) y buenas sensaciones. Los chicos del Buesa Arena con aire de preocupación. Fuera del parqué corría la duda por los factura que el esfuerzo ante el Gran Canaria podría pasar a la formación alavesa.

El tercer cuarto despejó esa duda: ninguna. El Tau estaba fresco, preparado para afrontar la remontada y dispuesto a tumbar a los blancos. La consolidación atacante de Macijauskas afianzó al equipo vitoriano y dio pie a la remontada, culminada con un dos más uno del ítalo-argentino Luis Scola en la conclusión del periodo (58-57). La escalada anotadora del lituano coincidió, además, con un descenso vertiginoso en la producción de Bullock. El norteamericano sumaba sólo cuatro puntos más que al final del primer corte a falta de cinco minutos para la bocina (65-64 m.35). Mientras tanto, Scola arañaba puntos y rebotes como una máquina. Era el alma del Tau.

Cualquier cosa valía con tal de salir airoso de un tremendo partido de baloncesto. Lo que más falta hacía era anotar y, en eso, Bullock es un maestro, el maestro que anotó el triple más determinante de la noche, el que subió el 73-76 al marcador y dio aire al Madrid para plantarse en la bocina por delante. Los blancos vuelven a la final de la Copa. También se lo deben a Felipe Reyes, autor de dos tiros libres para hombres a prueba de nervios, cinco segundos antes de la conclusión, con 77-78. Anotó los dos y el Madrid jugará contra el Unicaja de Málaga por lo que puede ser el primer título de la tierna era Maljkovic.