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Efe|DENVER
El base Allen Iverson, de los Sixers de Filadelfia, y el alero Jermaine O'Neal, de los Pacers de Indiana, se combinaron para anotar 15 puntos cada uno y encabezar el ataque que permitió al equipo de la Conferencia Este ganar 125-115 al del Oeste, en la 54 edición del Partido de las Estrellas de la NBA. La victoria, que se dio en el «Pepsi Center» de Denver, rompió una racha negativa de tres derrotas consecutivas que habían cosechado los equipos del Este, que tampoco este año salían como favoritos. De esta manera concluye una supremacía que había impuesto el Oeste desde la campaña del 2002, cuando en Filadelfia ganó 135-120; en el 2003 también se quedaron con el triunfo en Atlanta después de vencer 155-145, en partido que no se pudo decidir hasta la segunda prórroga, y en el 2004 se impusieron por 136-132, en Los Angeles.

El poco interés deportivo del partido y su resultado lo simbolizó mejor que nadie el pívot Shaquille O'Neal, de los Heat de Miami, que divertió mucho más a los aficionados con sus acciones teatrales que con su rendimiento en el campo. En esta ocasión y por segundo año consecutivo, Shaquille O'Neal provocó la risa de la gente, se ganó los aplausos y el aprecio, después de que incluso bailó cuando fue presentado, se dio el lujo de posar antes de fallar un tiro libre y bromeó con estrellas del rap y hip-hop que estaban en la primera fila de asientos del lado del banquillo del equipo de la Este. Pero todo ese espectáculo no le ayudó a adjudicarse el premio al Jugador Más Valioso (MVP), que ganó Allen Iverson, al convertirse en uno de los dos jugadores más encestadores del Este, con sus 15 puntos, nueve asistencias, cinco recuperaciones de balón y cuatro rebotes.

El ataque de la Este también recibió el apoyo de ONeal, con 15, mientras que Shaquille O'Neal colaboró con 12 puntos y seis rebotes. Por la Oeste, el escolta de Los Angeles Lakers, Kobe Bryant, fue el jugador más intenso en el último periodo, pero anotó solamente 16 puntos, siete asistencias y seis rebotes en todo el partido. Bryant sufrió en esta ocasión el abucheo de los aficionados cuando fue presentado al público, lo que le recordó la nada agradable experiencia que le tocó vivir el año pasado en Colorado, donde fue acusado de presunta violación a una joven de 18 años, que luego retiró los cargos al no quererse presentar al juicio. Una de las rivalidades dentro del campo de juego fue precisamente el que protagonizó Bryant con su ex compañero Shaquille, pero ambos se ignoraron uno al otro.