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Xisco Cruz
Andaba el partido del Bernabéu enmadejado por la expulsión de Iuliano. El Madrid estaba metido en un lío, pero se encontró con la doble amarilla del central italiano, que le abría de par en par el camino del triunfo. Cúper decidió entonces reforzar la defensa y metió en la arena a Nadal, allá por el minuto 70. Fueron los últimos del central de Manacor en activo, porque desde entonces no ha vuelto a jugar. Hoy, a las 11.00 horas, comparecerá ante los medios para anunciar que lo deja, que se marcha, que su vida como futbolista se ha agotado. Será el adiós del mejor jugador mallorquín de la historia, pero también el nacimiento de un mito. Lo deja con 255 partidos vistiendo la zamarra del Mallorca en Primera.

Miquel Àngel Nadal Homar (Manacor, 1966) debutó como profesional ante el Barça y actuó por última vez ante el Real Madrid, un reflejo de lo que ha sido su vida laboral. Desde que el 19 de abril de 1987 irrumpiera en el Nou Camp de la mano por Serra Ferrer, Nadal no ha parado de amontonar buenas noticias. Que si su consolidación en el primer equipo del Mallorca, que si su fichaje por el Barcelona, que si una ristra de títulos, que si su regreso a la Isla... Todo es notable en la hoja de servicios del espigado defensa, al que apenas se le pueden encontrar manchas en su historial. No le influyó siquiera que Crispi, el técnico que tuvo en el Mallorca Atlético luego de abandonar el Manacor, apenas le diera minutos e insinuara que no servía para este deporte. Fue entonces cuando Serra Ferrer lo rescató y lo convirtió en esa leyenda que hoy cuelga las botas.

Allá por 1986 el Mallorca acababa de ascender a Primera de la mano de Serra. Fue el año en el que el club de es Fortí fichó a Zaki Badou y a Isidoro San José, o el del regreso de Paco Bonet y la llegada de Trobiani, que venía del Rayo. Otra de las contrataciones era la de un tirillas de tez morena que llegaba del Manacor para actuar con el filial: Miquel Àngel Nadal. A sus 19 años aquel centrocampista de carácter se encontró con el rechazo de Crispi, que le mandó a la suplencia. El Mallorca tuvo una temporada plácida, en la que incluso se atrevió a meterse en la pelea por el título (acabó sexto). Allí, en ese play-off, debutó Nadal. Fue ante el Barça, en un partido en el que los isleños perdieron por la mínima (1-0), pero a partir del que el jugador de Manacor iba a atrapar la titularidad. Acabó disputando ocho partidos y logró un gol.