TW
0

Efe|LONDRES
El Barcelona y el Chelsea se jugarán esta noche en Stamford Bridge el pase a los cuartos de final de la Liga de Campeones, con una mínima ventaja para el equipo barcelonista, que ganó en la ida hace dos semanas en el Camp Nou por 2-1. Las opciones son máximas para las dos entidades, que accederán a este encuentro decisivo después de reforzar aún más sus posiciones en las Ligas que compiten. El Barca ha vuelto a abrir una brecha de ocho puntos con su rival inmediato, el Real Madrid, igual diferencia de la que disfruta el Chelsea respecto al Manchester United, aunque con un partido menos para el equipo londinense. En ambos conjuntos existen importantes dudas en cuanto a la alineación. Por parte barcelonista, la incógnita se centrará en quién sustituirá al lesionado Rafael Márquez, mientras que en el Chelsea la duda se centra en la participación o no de Arjen Robben.

Hace menos de una semana, el delantero holandés señaló que sólo tenía un «diez por ciento de probabilidades» de reincorporarse a la plantilla, mientras que su técnico, Jose Mourinho, ha apuntado los últimos días que está dispuesto a contar con él. Elugador mexicano, prescindible en el inicio del campeonato, se ha ido haciendo un hueco en la titularidad, merced a las graves lesiones de sus competidores en la misma demarcación, y a estas alturas de la competición Márquez es una pieza básica en el juego del Barcelona. Su ausencia, por una elongación muscular en el bíceps femoral de la pierna derecha, será un serio inconveniente para Frank Rijkaard, quien deberá echar mano del banquillo, donde tiene para esta posición a dos jugadores: Gerard López y Albertini.

Gerard podría resultar un jugador decisivo en Stamford Bridge, donde se presume un partido físico y de juego aéreo, en el que el perfil del catalán encaja perfectamente. Otra duda en la alineación barcelonista se centra en la banda derecha del ataque, donde podría reaparecer el francés Ludovic Giuly, quien ha recibido el alta médica. En ausencia de Giuly, su lugar lo ha ocupado Iniesta. El Barça teme un gol del Chelsea, ya que en el caso de que así fuese y el marcador no se moviese, el equipo londinense pasaría la eliminatoria. Pero el verdadero pavor en las filas del club catalán no es solo el hipotético solitario gol, sino el sistema defensivo del rival, que se ha caracterizado por ser casi impermeable, y más en Stamford Bridge.