TW
0

El plantel del Mallorca reanudó ayer el trabajo para empezar a planificar su próximo reto: pasar por encima del Racing en El Sardinero. El grupo de Cúper volvió a la carga repartido en dos grupos que se dividieron según su participación en la última jornada del campeonato y con la única ausencia del italiano Mark Iuliano, empezó a preparar su desembarco en la capital cántabra. Después del entrenamiento, que tendrá continuidad hoy a lo largo de una sesión doble, Romeo y Fernando Niño comparecieron ante los medios para expresar el estado de ánimo de la plantilla y para recordar que del resultado del próximo domingo dependerán buena parte de las opciones de supervivencia. El primero de ellos fue el delantero argentino, que mitigó frente a la Real su sequía goleadora y que afirma haber recobrado la confianza necesaria para seguir contribuyendo a la rehabilitación de los baleares. «Estoy contento por los goles -destacó- y aunque es cierto que lo más importante en estos momentos es el conjunto, en lo personal mi obligación era marcar para justificar la confianza dada por el técnico, los compañeros y los directivos. Sabía que los goles tenían que llegar porque me estaba matando en los entrenamientos. Mi arranque en España no fue bueno, hubo una lesión de por medio, y estos dos goles me ayudan muchísimo», señalaba.

Berni, en cambio, quiso acabar con cualquier síntoma de euforia y dejó caer que todavía no hay nada conseguido: «Nos queda mucho por hacer y tenemos que afrontar once finales en las próximas semanas. El triunfo ante la Real es un pasito más, pero no sabremos hasta el final de la temporada si hemos hecho las cosas bien o mal», explicó. El ex jugador del Hamburgo remarcó la trascendencia del desplazamiento a Santander y advirtió que «el domingo es la primera final ante un rival directo como el Racing. Noto al equipo muy concentrado, muy metido, porque los tres puntos son fundamentales. Sería importantísimo para nosotros ganar».

Niño por su parte, relató las sensaciones que percibe desde la barrera y dejó claro que espera sumarse cuanto antes al grupo para arrimar el hombro en la recta final del campeonato. El central de Rota, que fue operado de tendinitis aquilea, ya ha iniciado los ejercicios en el campo y se encuentra en la última fase de su recuperación. «Se sufre bastante y en ocasiones te sientes impotente observando a los compañeros. A veces prefería ni verlo», señalaba el andaluz. Para Niño, ganando en Santander «se verían las cosas de otra forma, ya que supone una gran ocasión para salir cuanto antes de ahí abajo».