La plantilla del Real Mallorca, durante la sesión fotográfica realizada hace unas semanas en Son Moix. Foto: MONSERRAT

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Compromiso y confianza. Es la receta cocinada ayer por la plantilla del Real Mallorca en el transcurso de una reunión, convocada por sorpresa y sin la presencia de Héctor Cúper, celebrada en el interior del vestuario de la Ciudad Deportiva Antonio Asensio como prólogo a la sesión preparatoria. La charla se produjo a petición de Marcos Martín, el primer capitán del equipo, y se prolongó por espacio de unos treinta minutos. «Era una reunión que teníamos pendiente desde hacía tiempo y éste era el momento. Ya era hora de que habláramos», se comentó durante el cónclave. Ante la gravedad de la situación, con el equipo anclado en los suburbios de la clasificación, a nada menos que siete puntos de la permanencia, los futbolistas decidieron coger el toro por los cuernos, citarse cara a cara entre cuatro paredes, sin la presencia del entrenador, y tratar de hallar la salida del laberinto en el que se encuentran encerrados desde los albores del torneo.

Aunque Héctor Cúper tenía previsto dialogar con ellos para descifrar los errores del pasado domingo en Santander, en especial la falta de atención en los cinco primeros minutos, el técnico argentino optó por retirarse a un lado y no participar en la cumbre propiciada por el plantel, a la que asistieron todos los integrantes de la primera plantilla excepto el delantero asturiano Luis García, ausente con permiso del club. Hoy, no obstante, el técnico argentino tiene previsto celebrar una reunión con sus jugadores para comenzar a preparar el encuentro del domingo ante el Sevilla.

Durante el encuentro, cada uno de los jugadores tuvieron la oportunidad de expresar su opinión en torno a la delicada situación, aunque fueron los más veteranos, principalmente Marcos Martín, quienes acapararon más minutos y tomaron la batuta. Los futbolistas coincidieron en añadir un grado más de implicación en esta recta final de la Liga, en los diez últimos partidos. «La situación requiere de la opinión y del empuje de todos pues nos hemos visto metidos ahí abajo y debemos conjurarnos para ser más positivos, estar más concentrados y afrontar cada encuentro como una final de verdad», resonó en el vestuario. La reunión sorpresa convocada ayer por la plantilla llega un día después de que algunos consejeros expresaran a este periódico su intención de celebrar una cumbre con una comisión de jugadores y con el entrenador para analizar la situación.