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El futuro del Fortuna Racing Team pasa en buena medida por un mallorquín que ya se ha hecho un hueco en la mente de todos los aficionados y rivales sobre el asfalto. Jorge Lorenzo inicia un nuevo periplo en la que es su cuarta temporada en el Campeonato del Mundo de motociclismo, y lo hace con un salto de categoría que promete emociones fuertes. Después de haberse destapado como uno de los animadores del Mundial del octavo de litro -siete podios con Derbi en 2004-, Dani Amatriain no pudo resistir la tentación de atar definitivamente a uno de sus grandes descubrimientos. El Fortuna Racing Team 2005 vio ayer la luz oficialmente en la puesta de largo de la escudería y de sus cuatro pilotos oficiales. En 250, Lorenzo y Héctor Barberá son la baza de Amatriain, mientras que en MotoGP, Rubén Xaus y Toni Elías son dos serios argumentos para hacer sufrir a los Gibernau, Rossi y compañía.

El nuevo universo en el que se halla inmerso Lorenzo parte de una máquina diseñada para pelearse con las mejores. La Honda RSW 250 dista en parte de la que pilotará Dani Pedrosa, pero posee potencia suficiente como para darle algún susto. De hecho, el mallorquín ya ha marcado su terreno en los entrenamientos previos al estreno del Mundial. El 10 de abril, Jerez será testigo directo del bautismo oficial de Lorenzo en el cuarto de litro. Una cita histórica para el deporte balear y en la que el Fortuna Racing dará el primer paso de cara a un título mundial que parece lejano, pero que Amatriain se reserva a medio plazo para alguno de sus más avanzados alumnos: Lorenzo o Barberá.

El caché de Jorge se ha disparado desde su victoria en el Gran Premio de Brasil de 2003. En Jacarepaguá se confirmaron muchas de las expectativas que el palmesano había generado, y su progresión le ha llevado a firmar por espacio de dos años por uno de los equipos más sólidos del universo motociclista. Un bloque de lujo, galáctico: Elías, Xaus, Barbéra... Pero por encima de todos, un Jorge Lorenzo cuya adaptación a la nueva moto y un engranaje profesionalizado hasta el extremo no ha sido nada compleja. En buena medida, por la presencia de su mánager, Dani Amatriain, y el fichaje de su mecánico personal, Juan Llansá. El dorsal 48 destapó ayer sus ambiciosas intenciones de cara a un reto que le apasiona. MotoGP puede esperar, pese a haber rechazado una oferta, y la meta que Lorenzo se traza es seguir haciendo sonar el himno de España y pulverizar el registro de Pedrosa a lomos también de una Honda. La presentación del Fortuna Racing Team se realizó ayer en la discoteca Moma, rodeada de un ambiente muy glamouroso y folclórico. Los tres pilotos del equipo centraron las miradas de todos los asistentes, incluídos los medios de comunicación que transformaron el acto en una noticia de primera línea.