Los jugadores del Mallorca se ejercitan en una reciente sesión preparatoria.Foto: MONSERRAT
Xisco Cruz
Un punto le ha bastado al Mallorca para seguir creyendo, como si el
empate ante el Valencia le hubiera abierto los ojos de par en par.
Lo que hace un par de semanas era un milagro, ahora ya es un
«semimilagro», como lo definió Cúper el pasado viernes. La
permanencia sigue siendo algo tangible, aunque los números
denuncien más bien lo contrario. Está a nueve puntos, apenas restan
seis jornadas y el Mallorca tiene un calendario poco propicio, pero
la salvación sigue instalada en la mente del mallorquinismo. Claro
que para eso necesita ganar, y el grupo de Cúper hace cinco
jornadas que no lo hace (Los Pajaritos, 17.00 horas, PPV). Anda el
Mallorca metido en una situación extraña, hablando de permanencia y
planificando la próxima temporada en Segunda. Lo mismo aparece el
presidente y habla de seguir creyendo, que poco después sale Cúper
y dice que la revisión de su contrato anda por buen camino. Es un
momento difícil para el club, que vive momentos de indeterminación.
Tal vez el que más claro lo tiene es el técnico, que no ha dudado
en asegurar que lo único que le importa a estas alturas es ganar un
partido. Ni siquiera le preocupa lo que haga el Racing, porque es
consciente de que los cántabros andan muy lejos. Por eso Cúper ha
decidido echar mano del filial para cerrar el campeonato. Por eso
Víctor Casadesús seguirá teniendo una importante cuota de
protagonismo en la cita de esta tarde en Soria.
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